El sector turístico ve con recelo la venta del grupo Marsans a Posibilitum Business, controlada por el empresario Angel del Cabo, compañía de la que se tiene poca información, aunque, a la espera del anunciado plan de viabilidad por parte del nuevo propietario, es un «atenuante» para los usuarios que pagaron los 70.000 paquetes turísticos vendidos por la compañía de cara a que este verano no se queden tirados.
«Hubiera sido mejor vender mucho antes, la agonía que ha sufrido Marsans ha sido un purgatorio para todo el sector turístico español», lamentan algunas fuentes consultadas por Europa Press.
No obstante, el sector valora que con esta fórmula se haya evitado una suspensión de pagos, que hubiera causado «graves perjuicios» para los consumidores, los trabajadores y los proveedores «atrapados en un largo proceso», sin saber cuándo podrían recuperar su dinero.
La operación plantea sus dudas, sobre todo, para los proveedores del grupo que han venido apoyando hasta «el último momento» a Marsans y a los empresarios Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, especialmente en esta última etapa.
Los nuevos gestores tendrán que pactar con cada acreedor para negociar, en el mejor de los casos, «a la baja», y poder saldar «probablemente sólo una parte de la deuda». De ser así, esto generaría perjuicios «indudables» para muchos de ellos.
En cuanto a su impacto sobre la oferta turística española en el mercado, las mismas fuentes descartaron prácticamente que vaya a afectar, salvo el lógico recelo del consumidor, y recordaron que la cuota sustancial de Viajes Marsans, ya se ha redistribuido entre Viajes Iberia --del grupo Orizonia--, Viajes El Corte Inglés, Barceló American Express y Carrefour, entre otras compañías.
Concurso de acreedores
El grupo Marsans presentó a las 13.33 horas de esta tarde su solicitud de concurso de acreedores voluntario ante el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, coincidiendo con el anuncio de venta de la compañía a Posibilitum Bussiness, según confirmó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
Los representantes de la empresa habían presentado ayer la petición de concurso de acreedores voluntario de su filial Viajes Crisol. Ambas serán remitidas previsiblemente mañana a la juez titular Ana María Gallego Sánchez, quién deberá decidir sobre su admisión o no a trámite, explicaron las mismas fuentes.
Insolvencia
Marsans adelantó hoy en un comunicado que la compañía iba a declarar su situación de insolvencia con el objetivo de permitir una reestructuración ordenada del negocio para «proteger los intereses de los empleados, clientes y acreedores», situación que calificó de «inevitable» tras la decisión de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) de no permitir al grupo la venta de billetes de avión, lo que impidió continuar con el desarrollo normal del negocio.
El grupo busca así garantizar que el proceso de reordenación de la compañía se lleve a cabo con el control judicial y bajo los criterios que marca la Ley para este tipo de situaciones, para lo que, según explicó, «previamente ha solucionado los problemas judiciales que planteaban algunas reclamaciones de acreedores».
En este sentido, la compañía tendrá que pedir a la juez acogerse al artículo 5.3 de la Ley Concursal, que le otorga un plazo de tres meses para negociar con sus acreedores y presentar un plan de pagos, antes de que la juez pueda declararla en situación concursal.
Por último, la juez tendrá que pronunciarse sobre las peticiones de concurso necesario, admitidas a trámite, presentadas por la naviera Grimaldi y el grupo de hoteles Arrecife por unas deudas de 75.000 y 280.000 euros, respectivamente. A estas dos se sumaron, las demandas presentadas por el touroperador Mapatours con una reclamación de cerca de dos millones de euros, y por la compañía de alquiler de coches Avis, que evitó pronunciarse sobre la cantidad que reclama.