El ministro de Fomento, José Blanco, afirmó ayer que está dispuesto a «profundizar, acordar y dar respuesta» a algunas de las reivindicaciones que plantean los controladores aéreos y les volvió a pedir que pongan todas sus propuestas «sobre la mesa». En declaraciones a los periodistas tras firmar un convenio de colaboración ferroviaria con los Cabildos de Tenerife y de Gran Canaria, Blanco indicó que está dispuesto a hablar «de cualquier tema» que esté dentro de lo establecido por la ley.
«Dentro de la legalidad cabe todo, fuera de la legalidad no cabe nada», aseveró en declaraciones antes de que s confirmara la convocatoria de huelga por parte de los controladores aéreos.
Aclaró que en el caso de que los controladores finalmente convoquen una huelga que «siga la legalidad» no empleará a militares para que controlen al tráfico aéreo. Explicó que piensa respetar cualquier huelga legal porque son «legítimas» aunque no comparta sus motivos porque él tiene los derechos fundamentales «muy presentes».
Añadió que en ese supuesto los servicios mínimos que se establezcan garantizarán la continuidad del servicio de una manera que esté «conforme a la ley y conforme al derecho», y que su cuantía dependerá de la intensidad del tráfico aéreo previsto para ese día. Preguntado por si emplearía a controladores aéreos militares en el caso de que se incumplan los servicios mínimos, afirmó que es un escenario sobre el que no quiere especular porque el sindicato estudia convocar una huelga «de acuerdo con la ley».
Sin militares
Asimismo, indicó que los controladores aéreos militares podrían estar habilitados para ocupar torres de control civiles «muy pronto» aunque aclaró que no desea tener que mandar «a ningún militar a ninguna torre». Por otra parte, agradeció a Usca que al final de su tabla reivindicativa reconozca que el decreto-ley mejora algunas de sus condiciones de trabajo.
Respecto a la formación de controladores militares, afirma que el acuerdo con Defensa aún está «pendiente de firma».