El ministro de Fomento, José Blanco, reconoció ayer que el ajuste presupuestario en infraestructuras previsto para 2011 es «excesivo» y afecta a obras «singulares e importantes», razón por la que el Gobierno ha decidido retomar algunos de estos proyectos.
De esta manera justificó la decisión del Gobierno de recuperar algunas de las obras incluidas en el recorte de 6.400 millones de euros previsto para los próximos dos años, dado a conocer el martes por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
«Entendimos que el ajuste para 2011 era excesivo y, por lo tanto, se están ajustando los Presupuestos para tratar de aliviar el recorte sobre la obra pública que inicialmente habíamos planteado», afirmó. Sin embargo, preguntado por cuál será su cuantía, el titular de Fomento se limitó a decir que ésta se dará a conocer en el mes de septiembre, cuando se detallen los Presupuestos.
Blanco argumentó que el criterio adoptado para 'salvar' determinados proyectos es el de «que puedan seguir avanzando algunas infraestructuras singulares, que son importantes y que no podían retrasar su desarrollo o ejecución».
Obras «indultadas»
Como ejemplo, el ministro de Fomento concretó que algunas de las obras «indultadas» serán la Autovía del Cantábrico, la del puerto de Despeñaperros, el segundo puente de Cádiz y algún ámbito de la A-2 en Cataluña.
Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, afirmó que el coste de las infraestructuras que el Ministerio de Fomento retomará no será «especialmente significativo» en términos absolutos, y aseguró que tampoco afectará al objetivo de déficit del próximo año, que sigue manteniéndose en el 6 por ciento del PIB para el conjunto de las administraciones públicas. También añadió que no prevé que el anuncio de Zapatero vaya a ampliar en el medio plazo el diferencial de la deuda española.
Salgado indicó que la estabilidad en las últimas semanas de los mercados financieros ha permitido al Gobierno contar con «un pequeño margen» en el presupuesto. «Si se reduce el coste de nuestra deuda, tenemos ahí un pequeño margen», reiteró Salgado, quien insistió en que aunque la cantidad no vaya «a ser especialmente importante», El Ministerio de Fomento podrá «sin ninguna duda recuperar alguna de las obras» que había aplazado.