El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, admitió ayer y que no habrá reformas fiscales «sustanciales» en los próximos presupuestos generales del Estado y que dependerán de las negociaciones en marcha con grupos como el PNV, con quien se ha mostrado dispuesto a hablar de transferencias y autogobierno.
En rueda de prensa en Shanghái, reconoció que el Gobierno dialoga de manera «objetivamente preferente» con el PNV para sacar adelante las próximas cuentas del Estado y, ante sus demandas de más autogobierno para el País Vasco, insistió en que está dispuesto a hablar sobre «todo lo que sean transferencias dentro del marco estatutario y que además incidan en temas económicos y de empleo».
Tras recordar que otras formaciones políticas, como Coalición Canaria, CiU y UPN también ejercen una tarea de oposición «constructiva pero con sentido de la responsabilidad», rechazó que el PP pueda criticar esas negociaciones, puesto que en el año 1996 aplicó el artículo 150.2 de la Constitución, que permite transferir competencias del Estado, para aprobar «presupuestos generales y la investiduras».
«Quizá era el tiempo de hablar catalán en la intimidad», bromeó en referencia al ex presidente del Gobierno José María Aznar.
En este contexto, garantizó que su Ejecutivo será «transparente» si se incluyen en el debate cuestiones relativas a las transferencias y el autogobierno.
Zapaero aprovechó la ocasión para reiterar sus preferencias por el PNV al recordar que fue este partido el que apoyó el año pasado los presupuestos ahora vigentes, que fueron «positivos» para el conjunto de España y también para Euskadi.