Los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, aseguraron que, si el Gobierno no da marcha atrás en la reforma laboral tras la huelga general del próximo 29 de septiembre, «tendrá que convivir con un clima de malestar social durante el resto de legislatura».
En una rueda de prensa en la que el Consejo de la Juventud anunció su intención de secundar la huelga, Toxo señaló que, si el Ejecutivo no rectifica sus políticas económicas y lleva a cabo la reforma laboral, cometerá un «craso error» que puede hacer que «se enquiste» una tasa de paro superior al 20% durante varios años.
Dos huelgas
Asimismo, recordó que las dos huelgas generales que los sindicatos han llevado a cabo durante la democracia, la de 1988 y la de 2002, hicieron que el Ejecutivo modificase su postura, y se mostró convencido de que en este caso va a suceder lo mismo, ya que «cambiarán las políticas, o cambiará el Gobierno».
Méndez señaló que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no puede «negar la evidencia ni pasar página» tras la huelga, porque «la vida no va a seguir igual», y dijo que la reforma laboral va a ser «descalificada democráticamente» por esta movilización.
Añadió que las políticas del Gobierno «no van a resolver el problema del paro, sino que lo van a agravar», porque «retrasan la recuperación económica», en tanto que la reforma del mercado de trabajo «va a mantener la dualidad laboral» y no solucionará la temporalidad.
En cuanto a las declaraciones de Zapatero, quien aseguró que «no había traicionado sus principios» con la reforma laboral, los sindicatos indicaron al contrario que según ellos ha llevado a cabo un «cambio radical» tras los recortes efectuados en sus políticas sociales.
Toxo y Méndez coincidieron en que Zapatero «se ha instalado en la resignación y la renuncia».