El primer ministro marroquí, Abás El Fasi, rechazó ayer, en su calidad de secretario general del partido nacionalista Istiqlal, la visita que el líder del Partido Popular español, Mariano Rajoy, tiene previsto realizar mañana a la ciudad de Melilla, y la calificó de «provocadora».
En una carta dirigida a Rajoy, difundida por la agencia oficial MAP, El Fasi considera en nombre del Istiqlal que este viaje supone «un ataque manifiesto a la dignidad y al sentimiento nacional» de los marroquíes.
«Nosotros, en el partido del Istiqlal, expresamos nuestra profunda decepción y nuestro rechazo total a esta visita provocadora», señala en la carta El Fasi, para quien «este viaje no hará más que empañar el clima cordial que prevalece entre los dos países».
Para el primer ministro marroquí, «es un ataque a los sentimientos profundamente enraizados en el conjunto de componentes del pueblo marroquí y un comportamiento en contraste con el espíritu de amistad y los principios de buena vecindad y respeto mutuo, así como con las relaciones francas y sinceras entre los dos reinos».
Asimismo, El Fasi reitera su llamamiento a un «diálogo sereno y responsable en vistas de poner fin a la ocupación de las ciudades de Ceuta y Melilla y de las islas vecinas», que ya realizó en el Parlamento marroquí en un discurso el pasado 17 de mayo.
El Istiqlal es miembro de la Internacional Demócrata de Centro, y socio en ésta del PP, partido con el que tradicionalmente ha mantenido estrechas relaciones, que se han traducido en la presencia de dirigentes populares en los congresos de este partido marroquí.
La presencia de Rajoy en Melilla tendrá lugar casi un mes después de la visita del ex presidente del Gobierno José María Aznar, de la que el líder de los populares fue informado por quien fuera su antecesor al frente del PP.
Será la primera visita de Rajoy a la ciudad autónoma tras la polémica de este verano, surgida después de la denuncia de cinco jóvenes marroquíes supuestamente golpeados por fuerzas policiales españolas en la frontera con Melilla.
El Gobierno de Marruecos reprobó hasta con cinco comunicados la actuación de la Policía española hacia los ciudadanos de su país y los inmigrantes subsaharianos.
El ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, zanjó la polémica el pasado 23 de agosto en un viaje a Rabat, en el que se entrevistó con el monarca alauí Mohamed VI y con su homólogo marroquí, Taieb Cherkaui, y en el que se prometió un aumento de la cooperación policial.