El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, ha negado hoy que las primarias, en las que él se ha impuesto a Trinidad Jiménez, hayan supuesto un debilitamiento de la figura del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.
Entrevistado en el programa «El Círculo», de Telemadrid, Gómez ha garantizado su fidelidad a Zapatero - «hoy soy cien por cien un hombre de Zapatero, no le quepa ninguna duda» y ha subrayado que el presidente del Gobierno no se jugaba nada en las primarias madrileñas.
«Zapatero no se ha presentado a estas primarias a Madrid. De hecho, ha pedido neutralidad en todas las ocasiones en las que se ha pronunciado. Si alguien piensa que unas elecciones primarias pueden debilitar a Zapatero, tiene muy poca idea de su fortaleza. El presidente tiene más apoyo mío que nunca», ha dicho.
Sí ha apuntado que eran otros, como el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, los que no querían primarias para designar al candidato a la Comunidad de Madrid. «porque entendían que su opción era la mejor forma de gobernar en Madrid».
Tomás Gómez ha revelado que anoche Blanco le llamó para felicitarle y ha hecho hincapié en que su comportamiento con el partido ha sido «leal, pero no sumiso».
Tampoco ha concedido importancia a las críticas que le ha formulado el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba: «todos nos podemos equivocar un día».
Ha agradecido la actitud de su rival en estas primarias, Trinidad Jiménez, y ha agregado que si hubiera ganado ella «hoy el partido sería una piña igualmente. Esto no es una confrontación interna, sino es una competición democrática».
Ha confirmado que propondrá a Jiménez estar en su lista para la Comunidad de Madrid, pero, respecto a quién será su «número dos», ha apuntado que las candidaturas no se harán hasta enero o febrero.
Sobre el escrutinio de anoche, Tomás Gómez ha reconocido que fue «muy intenso y muy ajustado en número de votos. Ayer por la tarde vi perdidas las elecciones varias veces».
Victoria
«Ya no somos una opción u otra» sino que «estamos todos juntos, en un mismo equipo», declaró anoche el secretario general del PSM, Tomás Gómez, ganador de las primarias socialistas en Madrid, tras conocerse los resultados de la votación.
Gómez ganó a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, por el 52 por ciento de los apoyos de los alrededor de 18.000 militantes socialistas de la Comunidad de Madrid, frente al del 48 por ciento recibido por Jiménez.
El vencedor informó de que la primera llamada que recibió fue la del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y a continuación la de su rival hasta ahora, Trinidad Jiménez.
Gómez compareció ante los medios de comunicación en la sede del PSM de la plaza del Callao, pasadas las 21.45 horas, casi dos horas después del cierre de las mesas electorales de las agrupaciones del PSOE en la Comunidad de Madrid.
Rodeado por su equipo más cercano, el desde ayer candidato socialista a la presidencia regional dedicó sus primeras palabras «de afecto y reconocimiento» a Trinidad Jiménez, «una mujer y una compañera que es una excelente persona, una excelente socialista y una excelente política», afirmó.
Sitio para todos
De la ministra añadió que «ha sido una rival formidable» en estas elecciones primarias, en las que ha «despertado muchas ilusiones y esperanzas», y aseguró que «tiene un sitio importante en el corazón del PSM».
Gómez agradeció también la labor de todos los militantes «independientemente de a quién hayan votado, porque han hecho un gran servicio» al partido «y han sembrado la victoria (electoral) del próximo año».
A los que han apoyado a Trinidad Jiménez, les aseguró que «sus ilusiones y esperanzas no van a quedar huérfanas» pues a partir de ahora «daremos lo mejor de nosotros mismos para alcanzar la victoria».
El candidato del PSOE a la presidencia de Madrid se ha propuesto luchar para formar «un gobierno que sea representación de la gente común y corriente», a quienes garantizó que si llega a gobernar en la región «pueden encontrar una esperanza».
Antes de que la vitoria de Gómez fuese oficial, decenas de simpatizantes se acercaron a la sede del PSM para aclamar al candidato con gritos de «presidente, presidente», celebrar con él su triunfo y corear juntos «ista, ista, ista, Madrid socialista».