La Generalitat lanzará una emisión de bonos para particulares por un importe de 1.000 millones de euros -ampliables a 2.000 millones-, a razón de 1.000 euros por título. La deuda se colocaría a un plazo de un año con una retribución del 4,75 por ciento, por encima de mercado, con el objetivo de financiarse en un momento de fuertes restricciones crediticias por parte de los bancos.
Un portavoz de la Conselleria de Economía explicó ayer que «faltan 3.000 millones de euros» para cumplir con el programa de la Administración catalana para este 2010.
En caso de colocar los 2.000 millones, que ve «garantizados», faltarían otros 1.000 que la Generalitat ya está tratando de obtener a través de otras vías, como pagarés a corto plazo.
En el proyecto, que liderará La Caixa, participan una quincena de entidades, las «más importantes», como Catalunya Caixa, Unnim, el Banco Sabadell, el BBVA y Caja Madrid.
Patriotismo
El Departamento de Economía, que lidera Antoni Castells, considera el proyecto como «una muestra de confianza a las entidades y del mercado», coincidiendo con «un momento complicado para todas las administraciones públicas».
En suma, destaca que la emisión beneficiará a la Generalitat catalana, ahora que ha aumentado la tasa de ahorro de las familias, y «al conjunto de la sociedad catalana» porque ofrece un tipo de interés atractivo. En fin, que el gobierno autónomo recurre al sentido patriótico de la ciudadanía para conseguir liquidez. De momento ninguna otra autonomía ha manifestado si piensa seguir los pasos de Catalunya.