ETA sigue respondiendo a las disidencias internas de sus reclusos con la expulsión del Colectivo de Presos (EPPK). Durante el último verano la banda ha decidido apartar a otros tres históricos etarras que cumplen condena en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca a los que acusa de actuar «fuera de la disciplina» etarra: Aitor Bores, Caride Simón y Koldo Carrasco, informaron fuentes penitenciarias.
Estas fuentes confirmaron que, mientras tanto, en estos dos últimos meses, el Ministerio del Interior ha acercado al menos a otros dos internos a las cárceles vascas de Martutene (Guipúzcoa) y la propia Nanclares de Oca (Alava). Se trata del dirigente 'batasuno' José Luis Elkoro y Sagrario Yoldi Múgica, condenada por los secuestros del abogado Cosme Delclaux y el empresario, José María Aldaya.
Desde hace ya meses, entrar en la cárcel de Nanclares es motivo de sospecha por parte de la banda. Es el lugar en el que el Ministerio acerca a los presos que han mostrado su disposición a abandonar la banda y su rechazo de la violencia. Fue el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien aseguró que en ese penal no hay presos de ETA.
Así, de los cerca de 25 internos que cumplen condena en Nanclares de Oca, tan sólo tres se mantienen aún en la nómina del EPPK.