La Agencia Tributaria (AEAT) ingresó hasta septiembre 260 millones de euros procedentes de 300 contribuyentes que voluntariamente han regularizado los fondos que tenían ocultos en el banco HSBC en Suiza, lo que supone normalizar la situación de la mitad de los 659 contribuyentes investigados. Entre los contribuyentes que estaban siendo investigados figuraban una veintena de Balears.
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, explicó ayer ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso que se trata de la operación contra el fraude fiscal «más grande de toda la historia del país», aunque no quiso hacer cálculos sobre el importe total que podría ingresar la AEAT.
No obstante, dijo que como mínimo la suma ingresada se incrementará entre el 50% y el 150% (de 130 a 390 millones más), dependiendo de las sanciones que se apliquen a los que ya han presentado las declaraciones complementarias para aclarar su situación con el fisco.
En este sentido, Ocaña aclaró al término de su comparecencia que están siendo investigados los 659 contribuyentes (2 personas jurídicas y 657 físicas) que tenían más de 3.000 cuentas en Suiza, aunque no quiso revelar el importe depositado en dichas cuentas.
Tampoco quiso aclarar cuáles son las dos empresas involucradas en este fraude, aunque dijo que pertenecen al sector de la intermediación, ni precisó si ya se ha enviado información a la Fiscalía Anticorrupción sobre los casos en los que se han detectado indicios de delito fiscal.
Durante su intervención ante la Comisión, Ocaña recordó que la AEAT tuvo conocimiento de este fraude a finales del pasado mayo a través de la información remitida por las autoridades francesas.