El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, se estrenó ayer en el pleno del Congreso acusando al PP de ser un partido «profundamente antisocial» que usa la misma táctica que muchos delincuentes, mientras los populares han dejado claro que no olvidan su pasado y que con él no ha llegado el cambio.
«La estrategia del PP es muy clara», señaló en los pasillos del Congreso el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras salir del hemiciclo satisfecho con la actuación de Rubalcaba.
Más de lo mismo
El enfrentamiento más esperado de la sesión de control al Gobierno era el de Rubalcaba con la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, quien, tras años de preguntar a María Teresa Fernández de la Vega, ha elegido la congelación de las pensiones para este primer rifirrafe y ha subrayado que, a pesar del cambio, el Gobierno sólo ofrece «más de lo mismo y por los mismos».
Rubalcaba ha dejado claro que se mantendrá la congelación de las pensiones contributivas en 2011, y ha acusado al PP de intentar lavar su imagen de partido «antisocial» pidiendo dejar sin efecto esa medida.
Los momentos de mayor tensión se vivieron cuando los diputados populares Rafael Hernando e Ignacio Gil Lázaro han preguntado a Rubalcaba en calidad de ministro del Interior por la actuación policial en el 'caso Malaya' y en el 'caso Faisán', el supuesto chivatazo que alertó a ETA de una operación policial en 2006.
Para Hernando, Rubalcaba es un anacronismo para la democracia: «usted pierde pelo pero no el vicio», le espetó tras preguntar por la razón por la que se tardó diez meses en comunicar al juez el descubrimiento de las siglas J.A.G., que coinciden con las del comisario general de la Policía Judicial, en la agenda del principal acusado del «caso Malaya», Juan Antonio Roca.