Diferentes dirigentes y diputados del PP mostraron ayer su malestar por el videojuego que ha colgado en internet el Partido Popular de Cataluña, en cuya primera versión la candidata, Alicia Sánchez-Camacho, lanzaba «bombillas» contra un avión que representaba la inmigración ilegal.
El vicesecretario de Comunicación del partido, Esteban González Pons, reconoció el «error» a primera hora de la mañana en una entrevista a la Cadena Ser, y tras él, aunque bajo condición de anonimato, han opinado otros diputados y cargos de la organización, siempre en la misma línea.
«Un desastre»
De la casi decena de cargos consultados, unos pocos consideran la iniciativa «un desastre», aunque la mayoría coincide en una conclusión: el famoso videojuego puede «lastrar» las opciones electorales de Sánchez-Camacho.
El candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, censuró el videojuego del PPC: «Quien juega con fuego se acaba quemando», recordó.
En un acto electoral en un hotel de Barcelona, Mas afirmó que en las últimas semanas los populares estaban jugando con un «material especialmente sensible», como es el tema de la inmigración, y al final «se les ha ido la mano».
Más duro fue el diputado de ERC, Joan Tardá, que durante el debate en el Congreso de los Presupuestos del Ministerio de Trabajo e Inmigración para 2011, aseguró que en el PP «son peores que Le Pen», líder del partido ultraderechista francés. «Nunca se habían atrevido a esto y se atreven ahora en periodo electoral. Esto es la catástrofe», clamó.
El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, instó al líder del PP, Mariano Rajoy, a desautorizar el videojuego para no convertirse en cómplice de apología de la violencia y de esa «deriva xenófoba». Para Blanco, «Le Pen y la Liga Norte han encontrado un alumno aventajado en España» de la mano del PP catalán, que se ha alineado «con la política racista y xenófoba de la ultraderecha europea, sin sus formas estridentes».