Los sindicatos CCOO, UGT y USO convocaron ayer 22 jornadas de huelga en AENA para protestar contra la privatización del gestor aeroportuario, que coinciden con días clave de Semana Santa, el Puente de Mayo y el Corpus, así como con las fechas de salida y retorno de julio y agosto. Tanto AENA como el Gobierno, los partidos políticos, los consumidores y algunos ejecutivos autonómicos han alertado de los perjuicios que acarrearía la huelga y han expresado su confianza en lograr una solución negociada, opción por la que también dicen apostar los sindicatos convocantes.
La convocatoria se produce tres meses después de la huelga encubierta de los controladores, que provocó la declaración del estado de alarma. Los sindicatos presentaron ayer su calendario de paros en el Ministerio de Trabajo, que incluye los días 20, 21, 24, 25 y 30 de abril; 2, 14, 15, 19 y 20 de mayo; 13, 23 y 30 de junio; 1, 2, 3, 4, 15 y 31 de julio; y 1, 15 y 31 de agosto.
La huelga afecta a un 71% de la plantilla, 9.600 trabajadores, ya que los controladores tienen su propio convenio y, además, hay contratos temporales que pueden expirar antes de que se produzcan los paros.
Acusaciones
Los convocantes, que protestan contra la privatización de AENA y piden un convenio único, acusan al ministro de Fomento, José Blanco, de mentir por decir que está negociando.
E presidente de AENA, Juan Lema, apostó por el diálogo y anunció la convocatoria de una reunión con los sindicatos para mañana jueves. Lema aseguró que la huelga es «el peor de los escenarios posibles», que «nadie saldría beneficiado» de ella y que los paros «afectarían gravemente» al sector turístico.
La posición del PP la expuso Soraya Sáenz de Santamaría, quien pidió la comparecencia urgente de Blanco y le instó a adoptar medidas que eviten la huelga. «Antes del conflicto y no después, como nos viene acostumbrando», apostilló. Por el contrario, los portavoces de IU y ICV, Gaspar Llamazares y Nuria Buenaventura, reafirmaron su posición contraria a la privatización.