Una semana después de que Zapatero anunciara que no optará a un tercer mandato, el PSOE no ha conseguido aplacar el debate sucesorio, pese a la conjura interna para que no se hable del tema, y los sondeos y contactos entre posibles aspirantes se mantienen con mucha discreción. Fuentes del PSOE han mostrado su satisfacción por cómo se están desarrollando los acontecimientos tras la decisión de Zapatero y la petición expresa que formuló el propio líder del partido en el Comité Federal de hace una semana para que las elecciones primarias se pospusieran hasta después de los comicios del 22 de mayo.
Así las cosas, y pese a que ninguno de los dos ha formalizado su candidatura ni piensa hacerlo hasta después del 22-M, en el PSOE dan por hecho que Rubalcaba y Chacón se medirán en las primarias. Siempre y cuando, aclaran las fuentes, no haya un acuerdo entre ambos para presentar una candidatura conjunta, hipótesis que no se descarta por completo, pero que se considera «bastante improbable».
Comida conjunta
De ello podría haberse hablado, reconocen las fuentes, en una comida celebrada esta semana entre sectores del PSC, cercanos a Chacón, y varios miembros de la dirección federal del PSOE partidarios de Rubalcaba. Los sondeos sobre futuros apoyos también se llevan con la máxima reserva y discreción, pero fuentes de la Ejecutiva Federal ya han comenzado a hacerse una idea de la posición que finalmente tendrán las distintas federaciones si llega el momento de decantarse por uno u otro candidato, y siempre que no haya «un tapado».
A la dirección federal socialista se le ha abierto un nuevo frente en Andalucía tras la dimisión del que era consejero de Gobernación, Luis Pizarro, considerado una persona muy cercana al vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves. En el PSOE han tratado estos días de soldar heridas en su mayor federación sin demasiado éxito.