La ley que da competencia al Banco de España y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para vigilar los sueldos superiores al millón de euros que se pagan en las entidades financieras y en las sociedades de inversión entró en vigor ayer.
Entre las principales novedades de la norma destaca que los supervisores bancarios y bursátiles tendrán a partir de ahora competencia para vigilar que los grandes sueldos son coherentes con una gestión prudente y eficaz. Además contempla que aquellas entidades que superen ciertos límites en la remuneración de depósitos y cuentas dupliquen su aportación a estos fondos que garantizan el dinero invertido.
Los límites
Según el proyecto de Real Decreto que modifica la normativa de estos fondos, en consulta pública hasta el 28 de abril, los depósitos garantizados cuya remuneración exceda alguno de los límites que se indican en la norma tendrán una especie de «tasa», que se enmarca en la dirección que próximamente marcará Bruselas en la revisión de los fondos de garantía que se lleva a cabo. Así, España quiere adelantarse a la norma europea.
Con las cajas en pleno ojo del huracán por la situación financiera que atraviesan muchas de ellas, que incluyen en algunos casos el recurso a ayudas públicas, los datos que estas entidades han remitido a la CNMV revelan que las cúpulas directivas de estas entidades cobraron, de media, 3,6 millones de euros en 2010.
La mayor parte de ese dinero, según la Cadena Ser lo constituye el sueldo propiamente dicho (3 millones de euros), al que se suman planes de pensiones y seguros de vida (500.000 euros).