El ex dirigente etarra Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», entregado temporalmente por Francia el pasado 30 de mayo, se ha negado a declarar hoy en su primer juicio en España por enviar en 2002 un paquete-bomba al presidente del Grupo Correo, hechos por los que e fiscal pide para él 15 años de cárcel.
Así lo ha manifestado «Txeroki» ante la sección cuarta de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional donde antes de comenzar su interrogatorio la presidenta del tribunal, Angela Murillo, le ha ordenado ponerse de pie y al negarse el acusado le ha mandado al habitáculo blindado.
«Ahora si quiere puede estar sentadito, lo que quiera», le ha dicho la magistrada cuando los agentes de la Policía Nacional lo acompañaban a la «pecera», desde donde ha manifestado en euskera su intención de no contestar a ninguna de las preguntas de las partes y se ha mostrado sonriente hacia la decena de simpatizantes que han acudido a la vista oral.
Por su parte, su abogada defensora Haizea Ziluoga no ha realizado ninguna pregunta «por expreso deseo» de su defendido».
Por esos hechos, ya fueron condenados a 15 años de cárcel en octubre del año pasado, los etarras Idoia Mendizábal y Asier Arzalluz, al comprobar que «decidieron acabar con la vida» del presidente del Grupo Correo, Enrique Ybarra, mediante el envío de un artefacto explosivo a su domicilio de Getxo (Vizcaya).