Martín Garitano (Bildu) fue elegido ayer diputado general de Gipuzkoa en un pleno histórico en las Juntas Generales de este territorio, que otorgaron el poder en la institución foral a la coalición abertzale después de dos décadas de ejecutivos del PNV, compartidos con EA y PSE/EE.
Con esta elección, la izquierda abertzale, a través de Bildu -formada por EA, Alternatiba e independientes-, gobierna por primera vez en Gipuzkoa y logra la mayor acumulación de poder institucional de su historia, al sumar también el Ayuntamiento de San Sebastián y decenas de alcaldías en todo el País Vasco y Navarra.
El periodista Martín Garitano, que portó un pin con el número de recluso de Arnaldo Otegi, fue investido diputado general con la mayoría simple de 23 votos (22 de Bildu y 1 de Aralar), lo que le convierte en el octavo presidente de la Diputación guipuzcoana en la época democrática, seis de los cuales fueron del PNV y uno de EA.
Su elección fue facilitada por la falta de acuerdo entre el resto de partidos de la cámara, derivada de la fractura entre el PNV y el PSE/EE tras la constitución de los ayuntamientos.
Agradecimientos
Garitano agradeció a quienes le han votado y a los que no, a su familia y a quienes «sufren una situación no legal», cuya «ansia democrática» debería ser un «ejemplo» para todos.
Por la mañana, en su discurso de presentación de candidatura, proclamó el inicio de una «nueva era histórica» en Euskadi y se comprometió a trabajar en favor de una «solución al conflicto político» en la que «todos salgan ganando». Abogó asimismo por acometer las reformas legales necesarias para que los vascos puedan elegir entre cualquier proyecto político, «incluido la independencia».
También su oponente del PNV, el hasta ayer diputado general, Markel Olano, abogó por «construir un espacio social y político en favor del derecho a decidir» del pueblo vasco, al tiempo que opinó que todos los partidos deben exigir a ETA que abandone las armas.
La exigencia a Bildu para que pida expresamente la desaparición de ETA fue compartida por los portavoces de PNV, PSE/EE y PP durante diferentes momentos del pleno, a lo que Garitano no respondió en su turno de réplica.