La Audiencia Nacional ordenó ayer el ingreso en prisión del exsecretario general de LAB Rafael Díez Usabiaga para cumplir la pena de 10 años de cárcel por pertenencia a ETA en calidad de dirigente que le fue impuesta en el 'caso Bateragune' al apreciar riesgo de fuga y de reiteración delictiva. El reo ingresó ayer por la tarde en la prisión de Soto del Real (Madrid).
En un auto notificado ayer, el tribunal señala que «la gravedad de los hechos perpetrados, la elevada penalidad que se ha impuesto al acusado (...) y la variación de la concepción sobre su conducta» que supone la sentencia «conlleva un gran riesgo de fuga y de reiteración delictiva que ha de conjurarse mediante la adopción de tan drástica medida cautelar». Como el exdirigente de LAB recurrirá su condena ante el Tribunal Supremo, la sala ha ordenado su encarcelamiento «hasta el límite de la mitad de la pena de diez años impuesta», ya que si llegado a ese punto el Alto Tribunal no hubiera resuelto el recurso, Díez Usabiaga quedaría en libertad.
Cuidar de su madre
De ese tiempo, además, deben descontarse los seis meses y trece días que el condenado pasó en prisión preventiva desde su detención en octubre de 2009 hasta su puesta en libertad bajo fianza en abril de 2010 para que se hiciera cargo del cuidado de su madre, en situación de dependencia. En este sentido, la sala reconoce que Díez Usabiaga «goza de arraigo personal y familiar», pero añade que también «ha demostrado su capacidad de relación con personas y organizaciones que pudieran facilitar que aprovechara para no quedar sometido a la acción de los órganos judiciales».
La izquierda abertzale reaccionó con dureza a la decisión judicial, que considera una «agresión». El dirigente abertzale Txelui Moreno, uno de los tres procesados en el 'caso Bateragune' que fueron absueltos, aseguró que la sentencia va «contra la sociedad vasca que está apostando por la paz y por la normalización».