El próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha explicado hoy a los líderes sindicales y empresariales que debe tomar decisiones con urgencia en materia laboral y les ha emplazado a alcanzar acuerdos concretos dentro de la negociación colectiva tras las fiestas navideñas.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, en su comparecencia ante los periodistas al término de su reunión, ha dejado claro que ese plazo de poco más de un mes no le suscita ninguna presión ni exigencia.
«La Unión General de Trabajadores no se siente presionada ni compelida porque el próximo presidente del Gobierno quiera que le digamos algo en torno al día de Reyes», ha resumido no sin ironía, pues ha reconocido no obstante que con voluntad de diálogo, y su sindicato la tiene, sí que es posible llegar a un entendimiento «entre la Natividad y la Epifanía del Señor».
Méndez, además, ha hecho hincapié en que más que reformar de nuevo el modelo hay que explorar el actual, pues ya da protagonismo al convenio de empresa, como quiere Rajoy, y resuelve el problema de la ultraactividad (que se mantenga el convenio actual si no se alcanza un acuerdo).
La respuesta del próximo presidente a este análisis, si es que la ha dado, no ha trascendido.
Pese a estos avisos del secretario general de UGT, la voluntad de seguir dialogando ha prevalecido, como se ha apreciado en los diagnósticos del secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo; del presidente de la CEOE, Joan Rosell; y del próximo jefe del Gobierno.
Los tres primeros lo han dejado claro en sus correspondientes conferencias de prensa, en tanto que el líder del PP ha manifestado su visión en un comunicado de prensa. Desde que ganó las elecciones sigue sin exponerse a las preguntas de los informadores.
El futuro presidente del Gobierno quiere acuerdos puntuales en negociación colectiva, solución extrajudicial de conflictos, modalidades de contratación, absentismo, papel de las empresas de trabajo temporal y formación.
Las especulaciones sobre la tendencia a un contrato único o al abaratamiento del despido han quedado despejadas, pues Rajoy en ningún momento ha hablado de ello, e incluso ha comentado a Toxo que con las modalidades de contratación existentes se puede buscar la creación de puestos de trabajo y la estabilidad del mercado laboral.
Lo que persigue Rajoy a través de acuerdos concretos desde primeros del año que viene, que es una reforma laboral amplia, no suscita en Méndez las mismas prisas ni la misma necesidad.
Ha considerado que no debe darse tanta urgencia por reformar un modelo reformado hace poco, y así, ha sugerido al líder del PP que junto a sus asesores analice el sistema vigente, ya que en él «se satisface suficientemente los problemas y las necesidades de las empresas» y la flexibilidad de las condiciones de los trabajadores.
También ha explicado a Rajoy que si desea atajar asuntos como el absentismo laboral, puede retomar un acuerdo que casi firmaron sindicatos y patronal y que al final se truncó por el fracaso en la negociación de la negociación colectiva.
Si hay que controlar salarios, controlar precios y reinvertir los beneficios, la UGT, tal y como ha indicado su secretario general, está dispuesto al acuerdo.
Con similar satisfacción que Méndez por el clima cordial de la entrevista, aunque sin tantas reservas, Fernández Toxo ha agradecido la apuesta de Rajoy por el diálogo y ha remarcado la coincidencia con el próximo presidente en que con «un solo contrato de trabajo» no se puede reactivar el modelo laboral.
Aparte de la necesidad de incidir en el empleo joven, el secretario general de CCOO ha compartido, además, la conveniencia de modificar el modelo de formación y de explorar las vías de mejora que según él se aprecian en la negociación colectiva, poniendo el acento en la flexibilidad interna de la empresa sin recurrir a despidos.
En suma, en palabras de Toxo, hay «un vasto campo de trabajo abierto en el que es posible el entendimiento».
Rosell, más que hablar del contenido de lo dialogado con Rajoy, ha puesto énfasis en la celeridad que han de tomar las negociaciones.
A su entender, no hay margen ya para muchas demoras, y como quiera que los agentes sociales y los empresarios llevan tiempo hablando del marco laboral, ha ofrecido su colaboración para llegar a acuerdos «hasta después del día de Reyes».
Éste es «el esfuerzo de entendimiento» de un Rajoy que ha elogiado la actitud de «responsabilidad» y «compromiso» de sus interlocutores, cuyos acuerdos tendrá en cuenta cuando ponga la reforma laboral en la mesa del Consejo de Ministros.