El PSC, que lidera desde el sábado el alcalde de Terrassa, Pere Navarro, se conjuró en la clausura de su XII congreso para ofrecer una imagen de unidad ante la recuperación que tiene por delante, y ha confeccionado una cúpula de integración en la que estarán sus contrincantes Àngel Ros y Joan Ignasi Elena.
Navarro, que antes de empezar el cónclave ya partía como claro favorito para suceder a José Montilla como primer secretario del PSC, logró finalmente, tras una maratoniana ronda de contactos de madrugada, que sus rivales en el congreso aceptaran formar parte del ‘núcleo duro' de diez personas que ha creado dentro de una ejecutiva de unos cincuenta miembros, avalada con un 83% de apoyo.
Una de las claves del XII congreso era conocer si Navarro sería capaz de integrar a Ros en la cúpula del PSC, porque de su encaje dependía en parte la credibilidad de la renovación del partido y se corría el riesgo de fracturar a un PSC que, como el propio Montilla admitió, «ha tocado fondo» después del último ciclo electoral.
Larga negociación
Conscientes de su rol decisivo, el alcalde de Lleida, Àngel Ros, y el exalcalde de Vilanova i la Geltrú Joan Ignasi Elena pactaron anoche actuar de forma conjunta y quedarse fuera de la ejecutiva si la oferta de Navarro no recogía sus sensibilidades, pero entrada la madrugada aceptaron finalmente estar en el ‘núcleo duro'.
También figuran entre los elegidos otros cinco alcaldes, la portavoz adjunta del PSC en el Parlament Rocío Martínez-Sampere y la diputada Eva Granados, así como el nuevo secretario de organización, Daniel Fernández, que suple en ese cargo a José Zaragoza.
El expresidente catalán ha quedado fuera de la ejecutiva para dejar claro que Navarro hereda un «nuevo PSC», mientras que Iceta se hará cargo de la Fundación Rafael Campalans, por lo que estará en la ejecutiva como miembro nato, y Zaragoza sustituirá a este en la Ejecutiva del PSOE y será así de facto también miembro de la del PSC.
Por otra parte, en su afán por renovar a fondo el partido, Pere Navarro ha dejado fuera de la ejecutiva a los exconsellers Ernest Maragall y Montserrat Tura, que pertenecen al sector más catalanista del partido.