El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, afirmó ayer que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, «tiene en su mano» evitar una huelga general en el proceso de tramitación de la reforma laboral.
En una entrevista en la Cadena Ser, junto al líder de UGT, Cándido Méndez, Toxo apuntó que espera que la reunión a la que les ha convocado hoy la ministra de Empleo, Fátima Báñez, sea para decir que se abre un proceso de negociación. «Cabe la posibilidad de mejoras, pero si se buscan otras alianzas para endurecerlas (...), será la ciudadanía la que marque el camino», advirtió.
El líder de UGT, Cándido Méndez, criticó la actitud del Gobierno con una reforma con la que se ha «desentendido» del principal problema del país, que es el paro, y que obliga a la sociedad a dar un «triple salto mortal» en sus condiciones laborales. Para Méndez, la reforma impone como única vía para afrontar la crisis el despido «en un país donde muchos empresarios tienen una atracción irresistible al despido, como las polillas a la luz».
Tribunales
Ambos líderes sindicales señalaron que la reforma llevará a los seis millones de parados y avanzaron que no descartan recurrir a los tribunales eventuales aspectos de inconstitucionalidad o discriminación de la reforma laboral.
No obstante, coincidieron, lo primero es una tarea de divulgación sobre el contenido y el impacto de una normativa que acaba con los derechos de los trabajadores, así como «palpar» el estado de ánimo de la ciudadanía antes de plantear nuevas acciones.
Para Fernández Toxo, hay razones para la huelga, pero antes «se debe oír a la calle». «En España se han salvado muchos empleos y se ha ayudado a crear muchos con movilizaciones de la ciudadanía», subrayó el líder del sindicato CCOO.
Para el de UGT, dejar el contenido de la reforma y ponerse ahora hablar de la respuesta sería «un error» y «un flaco servicio» a la ciudadanía, a la que deben demostrar que hay alternativas.