El 'Cambio de Hora' comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.
Desde la aprobación de la Novena Directiva, por el Parlamento Europeo y Consejo de la Unión, en enero de 2001, este cambio se aplica con carácter indefinido. Dicha Directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por Real decreto 236/2002, de 1 de marzo.
En esta ocasión, el horario de verano concluirá el próximo 28 de octubre, cuando se vuelva a retrasar el reloj y a las 03.00 horas serán de nuevo las 02.00 horas, dando inicio al horario de invierno.
El carácter indefinido de la aplicación del cambio de hora se ha adoptado por entenderse que «el buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, requiere una programación estable a largo plazo».
Así, la Novena Directiva --de obligado cumplimiento para todos los países de la Unión Europea-- establece con carácter permanente las fechas de inicio del periodo de la 'Hora de Verano' (en el que se adelanta el reloj una hora) y su finalización (cuando se retrasa el reloj una hora), produciéndose el último domingo del mes de marzo y el último domingo del mes de octubre, respectivamente.
La aprobación de esta directiva está avalada por las conclusiones de un estudio sobre su alcance y efectos, realizado por encargo de la Comisión Europea y presentado al Parlamento en 1999. El estudio concluye que el cambio horario tiene impactos positivos no sólo sobre el ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.
Ahorro de 300 millones de euros
En este sentido, según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA), el potencial de ahorro en iluminación en España por el cambio de hora puede llegar a representar un cinco por ciento del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros, según datos de 2011.
Independientemente del cambio de hora, tanto Industria como el IDEA recomiendan a los ciudadanos contribuir al ahorro de energía durante todo el año haciendo un uso inteligente de la iluminación en nuestros hogares y seguir determinadas pautas o hábitos que pueden permitir alcanzar un ahorro de hasta 100 euros anuales, además de evitar emisiones contaminantes a la atmósfera.
Curiosidades
Como curiosidad, cabe destacar que el cambio de hora no siempre se ha realizado en España, ni tampoco en las mismas fechas. Por ejemplo, en el siglo XX no se cambiaba el horario de verano o invierno entre 1930 y 1936 y, posteriormente, durante los años de la Guerra Civil española, sí se efectuaba, pero en distintos días e incluso a distintas horas, según se tratara de las zonas del bando republicano o del bando nacional.
Posteriormente, en los años 1940 y 1941 se adelantó una hora el reloj el 16 de marzo a las 23.00 horas y así se quedó el horario durante el resto del tiempo, sin modificación alguna. Mientras en los periodos 1947 y 1948, así como entre 1950 y 1973 tampoco se realizaron cambios en el horario de verano o invierno, hasta que en 1974 comenzó a generalizarse esta práctica que años después, por Ley se aplica el último domingo de marzo y octubre.