Más de treinta pacientes han denunciado ser víctimas de los tratamientos que llevaba a cabo la clínica ilegal de la zona alta de Barcelona que infiltraba botox y silicona líquida a sus clientes de forma irregular.
Según han informado los Mossos d'Esquadra este sábado, la mayoría de denunciantes son de la capital catalana y del área metropolitana, pero también los hay procedentes de Canarias, Eivissa y Nueva York, que habían acudido al centro ilegal Elixir Clínic, y las que sufren más lesiones son las que se sometieron a tratamientos hace diez años.
Estas mujeres manifiestan sufrir dolores, infecciones que precisan antibióticos, herpes labiales, granulomas y migración de la silicona, afectaciones a nivel sistémico con enfermedad autoinmune que pueden llegar a producir problemas de tiroides y cardíacos.
En algunos casos, las denunciantes han requerido tratamiento quirúrgico reparador para extraer los restos de silicona líquida infiltrada en el tejido muscular, y en los casos más extremos se han llegado a registrar casos de intervenciones quirúrgicas como liposucciones realizadas en despachos de la clínica, en lugar de en quirófanos reglados.
La clínica, ubicada en la calle Muntaner, fue clausurada por la Conselleria de Salut de la Generalitat tras detener el 2 de julio a su gerente, Mabel O.A., y a una trabajadora, Mónica S.M., por delitos de intrusismo profesional, contra la salud pública y lesiones.
La mayoría de los tratamientos faciales se hicieron utilizando un producto que la gerente denominaba 'bipolimer' y que aseguraba que servía para dar volumen permanente, aunque en realidad se trataba de silicona líquida, una sustancia prohibida para estos usos y que adquiría en el mercado negro.
Las denunciantes han explicado que el 'modus operandi' de la clínica se basaba en un trato exquisito, una buena aparencia y una primera visita donde se asesoraba a los clientes sobre todo los tratamientos que podían recibir para mejorar su imagen con información impresa que incluía precios y descuentos si se abonaba el dinero en metálico.
Del relato de las víctimas se extrae que la mayoría de los tratamientos habían sido faciales a través del uso del 'bipolimer' que ella negaba que fuera silicona líquida, como sí se ha demostrado que lo era.
Debido al problema de salud pública existente y las dimensiones del caso, la policía ha recomendado a las personas que se hayan realizado algún tratamiento en este centro que llamen al teléfono de Sanitat Respon --el 061-- para recibir asesoramiento y llevar a cabo una revisión médica.
Las detenidas llevaban en esta clínica, de la que compraron el traspaso, desde octubre de 2010, y en ella tenían el despacho dos médicos que iban esporádicamente, que le daban apariencia de legalidad, pese a que no tenían ninguna autorización para realizar este tipo de operaciones, por lo que la Conselleria de Salud la ha clausurado.
La gerente, María Isabel O.A., de 45 años, conocida como 'Mabel', usaba botox que suele ser prescrito por un médico y silicona líquida, sustancia que está prohibida en este tipo de operaciones.
La operación se desarrolló por los Mossos d'Esquadra e inspectores de Salud a primeros de mes aprovechando que era el 'botox day', con descuentos del 50 por ciento en los precios, que en día normales oscilan entre los 200 euros que cuesta el entrecejo, y los 1.000 del lifting completo.
El Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB) abrió un expediente informativo para investigar la conducta de los dos médicos supuestamente vinculados a la clínica estética.