Kutxabank, el banco surgido de la fusión de las cajas de ahorro vascas, suspenderá «de forma inmediata» todos los procedimientos de ejecución hipotecaria hasta que se conozca la nueva regulación en la materia.
La entidad informó ayer en un comunicado de que el presidente de Kutxabank, Mario Fernández, «ha dado instrucciones para que la entidad suspenda de forma inmediata todos los procedimientos de ejecución hipotecaria, en tanto en cuanto se conozca la nueva regulación que afectará a los mismos».
Caja Laboral Ipar Kutxa decidió paralizar también ayer temporalmente las ejecuciones hipotecarias a la espera de que se conozca la nueva regulación. En un comunicado, Caja Laboral señala que «desde hace varios años» aplica «un protocolo interno de mediación para evitar desahucios».
El viernes, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y Bankia llegaron a un acuerdo para evitar que se quede sin casa Carmen Omaña, una vecina que llevaba cinco días en huelga de hambre frente a una sucursal de la entidad tras ser desahuciada de su vivienda.
A las bravas
El acuerdo llegó después de que el Ayuntamiento procediera a la retirada de su saldo disponible en las cuentas de Bankia, unos 1,5 millones de euros, al no haber recibido respuesta por parte de la entidad en relación a la carta enviada como parte del protocolo antidesahucios que lleva a cabo la Corporación.
Ayer continuaron las reacciones a la dramática muerte de Amaia Egaña, que se suicidó el viernes en Barakaldo (Vizcaya) tirándose por la ventana minutos antes de que fuera embargada su vivienda.
Así, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, sentenció que, en el caso de Amaia, «el derecho ha matado a la justicia», afirmó sentir «dolor y vergüenza» por lo ocurrido y asegura que, al menos en el País Vasco, ninguna ejecución hipotecaria se llevará a cabo sin que el deudor cuente, obligatoriamente, con asistencia letrada que le permita defenderse.