El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) inyectará al Banco de Valencia 4.500 millones de euros antes de venderlo a Caixabank, de acuerdo con un comunicado del FROB.
Previa a la ejecución de la venta, el FROB suscribirá una ampliación de capital del Banco de Valencia por importe de 4.500 millones de euros y después transmitirá «su participación íntegra» en la entidad a Caixabank por un euro.
En el plan de venta de la entidad valenciana ha sido aprobado por el Banco de España y está pendiente del examen que pasarán hoy ante las autoridades europeas las medidas de reestructuración enviadas por el Gobierno español.
De acuerdo con la resolución adoptada por la comisión rectora del FROB, se estipula «que los accionistas actuales del Banco de Valencia -el FROB controla el 91%- soportarán las pérdidas en que haya incurrido la entidad» (en los nueve primeros meses del año perdió 389,4 millones). Además, se incluye el traspaso de «inversiones y riesgos» inmobiliarios de Banco de Valencia, así como la amortización de participaciones preferentes y deuda subordinada.
Las pérdidas
El FROB también se encargará de asumir hasta el 72,5 por ciento de las pérdidas del Banco de Valencia a través de un «esquema de protección de activos», por el cual soportará durante un plazo de 10 años el 72,5 por ciento de las pérdidas de la cartera de la entidad referida a pymes, autónomos y riesgos contingentes. Es decir, si el Banco de Valencia tiene pérdidas en estos ámbitos por valor de 1.000 millones, el FROB asumirá 725 millones.
De esta forma, la reestructuración y venta del Banco de Valencia se salda con una millonaria cuenta para las arcas públicas, ya que a los 4.500 millones que tendrá que desembolsar el FROB se unen los 1.000 millones que ya desembolsó a la entidad el pasado 26 de junio a través de una ampliación de capital. El Banco de Valencia, que subió ayer en Bolsa el 12,5 por ciento.