El presidente de la patronal madrileña, CEIM, Arturo Fernández, anunció ayer que sus abogados están estudiando la adopción de medidas judiciales contra quienes le acusan de haber pagado parte del sueldo en negro a empleados de su grupo hostelero, Arturo Cantoblanco, práctica que ha negado.
En declaraciones a Efe, el también vicepresidente de CEOE insistió en que «no es verdad» y en que «no se puede consentir» que se diga que su grupo paga «generalizadamente en B», a raíz de la información de la Cadena Ser denunciando este supuesto fraude.
Ha dicho, no obstante, que el «entramado» hostelero «es muy complicado», que las nóminas de hostelería son «muy complicadas» y que puede haber habido «irregularidades a lo largo de los años».
En concreto, Fernández ha puesto como ejemplo el caso de un señor al que «se le ha podido dar 100 euros porque hizo horas extras en la ciudad deportiva de Valdebebas», del Real Madrid.
«Lo que no se puede consentir es que se diga que el grupo Arturo paga generalizadamente la nómina por B», se ha quejado Fernández.
Explicó que actualmente Arturo Cantoblanco da empleo a 2.000 trabajadores, que «son una piña», y que «si algo está o estaba incorrecto» tenían que haberlo denunciado a los delegados de CCOO y UGT «y no hay nada de nada».
El presidente de CEIM recordó que su grupo hostelero afrontó en 2012 seis inspecciones de la Inspección de Trabajo de la Comunidad de Madrid «que se pasaron con pequeñas incidencias» y «muy pocas sanciones».
Medidas legales
Los abogados de Arturo Fernández estudian ya la posibilidad de adoptar cuantas medidas judiciales consideren oportunas.
Por otra parte el ministro español de Economía, Luis de Guindos, afirmó que se actuará aplicando la ley si se descubre que hubo «algún comportamiento incorrecto» por parte del vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández.
«No voy a hacer una valoración concreta. Habrá que ver cuál es la realidad», dijo el ministro, quien aseguró que, «si hay algún comportamiento incorrecto, evidentemente se va a actuar aplicando la ley»..
Destacó que España «es un país donde las instituciones funcionan y donde se está haciendo un ejercicio de transparencia que no tiene parangón» y consideró que «se trata de reconducir situaciones que no son las correctas, más allá de la conducta concreta» de Arturo Fernández.