El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado hoy en el debate del estado de la nación que el déficit público cerró 2012 por debajo del 7% del PIB, frente al 6,3% comprometido con Bruselas.
El presidente ha asegurado que la reducción del déficit público ha estado por encima de los 16.500 millones de euros a los que se comprometió en el debate de investidura, y ha terminado superando los 21.000 millones de euros ( alrededor de dos puntos porcentuales de PIB aproximadamente).
Dado que 2011 el déficit de las administraciones públicas acabó en el 8,9 %, el déficit de 2012 habría terminado en el entorno del 6,9 %.
A la cifra que ha dado Rajoy de 2012 habrá que sumar un punto porcentual de las ayudas directas a la banca, una cantidad que, no obstante, no computa a efectos de déficit excesivo, puesto que se trata de una operación que sólo ocurre una vez (one-off) y cuyo efecto negativo sobre las cuentas públicas se corrige por sí solo.
«La cifra de reducción ha tenido que ser mayor, pero el compromiso se ha cumplido», ha subrayado Rajoy, que ha añadido que se ha logrado este objetivo gracias al incremento de ingresos y a la reducción de gasto público, a pesar de que han aumentado «sensiblemente» los gastos no discrecionales, tales como las prestaciones por desempleo.
No hay brotes verdes
El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha dicho hoy que las mejoras en la economía española no son suficientes y ha prometido que no habrá «ni un minuto de relajación o sosiego": «nada de brotes verdes, ni nubes pasajeras, ni anticipos primaverales; la realidad económica de nuestro país es terriblemente dura».
Con estas palabras ha resumido Rajoy al inicio de su discurso la situación del país, donde, a pesar de que algunas cuestiones comienzan a encauzarse y en otras se notan «sensibles mejoras», ha dicho, no se puede olvidar la elevada tasa de paro y la falta de empleo.
«Si estos dos aspectos no cambian, lo demás no puede servirnos de consuelo», ha subrayado.
Naufragio
El presidente ha afirmado hoy que el Gobierno ha evitado «el naufragio» de España y, gracias a las reformas emprendidas, se están sentando las bases de la recuperación económica.
«No diré que ha sido fácil, no lo ha sido, ni fácil ni agradable, tampoco diré que lo haya entendido todo el mundo», ha asegurado. Rajoy ha recordado que «entre los que nos contemplan desde fuera, nadie apostaba por España hace un año» y sin embargo, «nadie desde fuera piensa hoy que España no logrará salir adelante».
En un repaso de lo que el Gobierno del PP se encontró cuando llegó al poder, Rajoy ha asegurado que el país se dirigía «a una práctica suspensión de pagos», porque en 2006 no se acertó en el alcance de la crisis.
No obstante, ha insistido en que no busca un burladero para refugiarse de una situación «tan dramática», sino advertir de que «si no somos capaces de responder» a la actual situación, «no se podrán aplicar las terapias adecuadas».
En este sentido, ha destacado que algunas cosas han ido cambiando a mejor, como por ejemplo la balanza por cuenta corriente que a cierre de noviembre ya ha tenido superávit, lo que significa que España no ha tenido necesidad de financiarse en el exterior.
Banca
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha elogiado hoy la ayuda europea de 40.000 millones de euros para la banca española porque gracias a ella se han sentado las bases de un sistema financiero viable, solvente y transparente.
«Cuando alguien habla de la UE como la 'madrastra' que pone ajustes, conviene recordar que España ha recibido un préstamo de 40.000 millones al 0,5 % a diez años y con periodo de carencia».