El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha propuesto este martes excluir, de forma temporal, las bonificaciones para la contratación de jóvenes del cómputo del déficit como receta para luchar contra el paro juvenil, y ha reclamado acelerar la puesta en marcha del fondo europeo de 6.000 millones de euros para fomentar el empleo de los jóvenes.
Rajoy ha reclamado además medidas del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y del Banco Central Europeo (BCE) para mejorar el acceso a la financiación por parte de las pymes. El presidente del Gobierno espera que se tomen decisiones sobre estas propuestas en el Consejo Europeo de finales de junio.
«Europa debe hacer más, mejor, más rápido y de forma más eficiente», ha dicho Rajoy en un discurso durante una jornada sobre Europa y el paro juvenil organizada por el Instituto Berggruen y el Instituto de Ciencias Políticas de París. «Todos estamos muy preocupados por el desempleo juvenil y queremos adoptar acciones efectivas», ha señalado.
Incentivo a la contratación
«La primera, y sin duda la más relevante, es la creación de un mecanismo que permita excluir, de forma temporal, las bonificaciones a las cotizaciones sociales para la contratación de jóvenes del cómputo del déficit en el procedimiento de déficit excesivo», ha explicado el presidente del Gobierno.
«Con esta actuación, permitiríamos una acción contundente e inmediata, con verdadera capacidad de incentivo a la contratación», ha sostenido. En cuanto al fondo de 6.000 millones de euros, Rajoy ha subrayado que «necesitamos que estos fondos puedan utilizarse de forma acelerada a partir del mismo mes de enero de 2014».
El presidente del Gobierno se ha felicitado además por la iniciativa de la canciller alemana, Angela Merkel, de convocar una reunión de ministros de Empleo de la UE el próximo 3 de julio en Berlín.
En cuanto a la financiación de las pymes, Rajoy ha reclamado al BEI que triplique el volumen anual de préstamos a estas empresas, desde los 10.000 millones de euros que se destinan ahora hasta los 30.000 millones. También ha propuesto que el BEI otorgue a los bancos comerciales «garantías de alta calidad sobre las carteras de nuevos préstamos a las pequeñas empresas».
«Se trata de aminorar su consumo de capital y favorecer su movilización en el mercado mediante titulización de activos que alcancen un nivel suficiente de rating», ha explicado. Finalmente, ha planteado desarrollar un programa de ayuda al comercio para las pymes.
«Con pleno respeto a su independencia, creo firmemente que el BCE puede y debe hacer más» por las pymes, ha dicho Rajoy, que ha ofrecido a su presidente, Mario Draghi, «iniciar un diálogo interinstitucional para tratar este asunto».
Avanzar en la unión bancaria
El presidente del Gobierno ha reclamado además que el Consejo Europeo de junio sirva para avanzar en la unión bancaria. «En diciembre pasado aprobamos el diseño de la supervisión única y su entrada en vigor para marzo de 2014. Esta fecha no admite retrasos», ha dicho. También ha pedido adoptar rápidamente la directiva de resolución bancaria y el sistema de recapitalización directa de los bancos.
Para finales de año apuesta por un acuerdo sobre un mecanismo único de liquidación de bancos en crisis y sobre «las bases y las fechas de un futuro sistema de garantía común de depósitos».
Rajoy ha propuesto además avanzar en la unión fiscal con la creación de «algún tipo de deuda común europea y sistemas de compensación de shocks asimétricos». En cuanto a la unión económica, ha planteado «más integración en sectores clave como la banca minorista, los servicios, las telecomunicaciones o la energía».
El presidente del Gobierno ha negado que con estas iniciativas Europa se convierta en una «unión de transferencias», como temen Alemania y los países nórdicos. En este sentido, ha destacado que «la contribución de España a los rescates de Grecia, Portugal, Irlanda y Chipre es proporcionalmente mayor que la de los llamados países ricos, ya que estos se financian a tipos menores».
A juicio del presidente del Gobierno, la mayor parte de estas medidas pueden adoptarse sin necesidad de modificar los Tratados, a diferencia de lo que quiere Alemania. «Sólo cuando hayamos podido volver a la senda del crecimiento y el empleo, podremos abordar esta tarea, a la vista de las necesidades que vayamos encontrando por el camino», ha defendido.
«El próximo Consejo Europeo de finales de junio es crucial para mostrar que la UE cumple con lo acordado y es capaz de ejecutarlo de forma eficaz», ha avisado Rajoy, que ha lamentado que los avances del último año no son suficientes.
Decisiones dolorosas
Rajoy ha defendido en su discurso que España ha cumplido con la consolidación fiscal exigida, ya que ha reducido el déficit estructural en un 3,5% del PIB en 2012 y ha celebrado la intención de la Comisión de proponer «una moderación del ritmo de consolidación fiscal» para adaptarlo a la mala situación económica.
«Es cierto que me he visto obligado a adoptar decisiones tan dolorosas como inevitables. No lo señalo por la impopularidad que esto acarrea, sino para que todos seamos conscientes de que los ciudadanos necesitan percibir que los sacrificios que la integración europea exige, tienen contrapartidas palpables en un plazo breve», ha dicho Rajoy.
El presidente ha puesto además en valor las «importantísimas reformas estructurales» emprendidas por su Gobierno, como la laboral o la reestructuración financiera. «Estas medidas nos están permitiendo corregir algunos de nuestros más importantes desequilibrios económicos», ha apuntado.