El Colegio de Registradores ha augurado hoy que los bancos se sumarán en «efecto cascada» a la eliminación de las cláusulas suelo, tras el auto del Tribunal Supremo que aclaró que este tipo de cláusulas son nulas incluso si el cliente se benefició «durante un tiempo» de caídas en el euríbor.
Así lo ha expresado en rueda de prensa Vicente Carbonell, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Registradores, quien también ha subrayado que las entidades bancarias emularán la iniciativa de BBVA y Cajamar -que ayer anunciaron su propósito de retirar las cláusulas suelo de las hipotecas- y, de no ser así, ha vaticinado que las asociaciones que promovieron estas sentencias «lo harán valer, con toda seguridad».
También la directora de Relaciones Institucionales de este Colegio, María José Pérez, presente en la conferencia de prensa, ha avanzado que estas medidas supondrán un «endurecimiento de los créditos en el tipo de interés».
En este sentido, Carbonell ha estimado que, a partir de este momento, los bancos serán más restrictivos «tanto en la cantidad de crédito que conceden como en el tipo de interés que van a cobrar. Eso es inevitable».
A la pregunta de qué les parece el organismo propuesto por el Consejo del Notariado para controlar las cláusulas abusivas, ambos han coincidido en alabar la creación de «cualquier mecanismo» que se implante para contribuir en el cumplimiento de las leyes.
En concreto, Carbonell ha dado al Consejo de Notariado «la bienvenida al club» y les ha recordado que ellos llevan muchos años preocupados por este problema en solitario por lo que ha subrayado que «será bueno encontrar colaboradores en esta tarea que afecta a todos».
En este contexto, ha recordado que las cláusulas suelo afectan «a la inmensa mayoría de las hipotecas normales» y aquí ha explicado que se refería a las de vivienda y el porcentaje podría llegar incluso al 80 por ciento.
Carbonell también ha hecho una defensa del sistema hipotecario español y de la última legislación, que protege a las personas, y ha remarcado que no tiene sentido «cargarse un sistema» que, en condiciones normales, «funciona bien».
«Alentar contra el sistema es perjudicial porque algún día cuando se reequilibre la situación, el sistema será igualmente válido», ha comentado.
No obstante, ha vaticinado que la nueva legislación planteará «problemas prácticos» en especial en la plusvalía que se genera si el banco se queda el piso y luego lo vende. Según la nueva normativa, la mitad de la plusvalía iría a reducir la deuda y la otra sería para el banco.
«Está bien pensado pero es difícil de llevar a la práctica de no establecer un mecanismo concreto», ha dicho.
Carbonell también ha querido explicar la diferencia, hoy, en los tipos de interés si se pide al banco un préstamo personal o un préstamo hipotecario.
En el primer caso, ha señalado que probablemente la entidad concede el préstamo a un 9 ó 10 por ciento mientras que un préstamo hipotecario se da a un 2 ó 2,5 por ciento de interés.
Ha explicado que esta diferencia no se debe a que el banco sea «más generoso» para que la gente tenga vivienda si no «que el banco te cobra el precio del dinero que haya en el mercado más su riesgo, y a más riesgo cobra un interés más alto»