El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha reconocido que el llamado «registro de adhesiones» que impulsa el Govern catalán puede llevar a «equívoco» y por eso todo apunta que no seguirá adelante, como mínimo, bajo ese nombre. El fichero que impulsa el Ejecutivo catalán para tomar nota de aquellos que apoyan sus políticas le ha reportado al Gabinete de CiU un alud de críticas por parte del resto de partidos, como el PSC, y de diversas entidades. Por este motivo, a Mas no le ha quedado más remedio que «probablemente» rectificará la iniciativa, tal como ha anunciado en Florianópolis (Brasil), donde se encuentra de viaje oficial.
Mas ha asegurado que el Govern no pide a los empresarios catalanes que se pronuncien sobre el debate soberanista en Catalunya ni les presiona y ha defendido la libertad de expresión.
«Nosotros, como Govern, no pedimos que hayan estos pronunciamientos, ni mucho menos presionamos a nadie», ha manifestado.
«Cada uno debe actuar con plena libertad, de acuerdo con sus sentimientos e intereses», ha subrayado Mas, aunque ha admitido que se alegra de que empresarios catalanes manifiesten en público su apoyo al proceso independentista.
Ante las autoridades locales, Mas ha remarcado que Catalunya «no es solo una región de España, sino que es un país de Europa, una nación de hace muchos siglos».