Los exsecretarios generales del PP Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos han negado hoy que en el partido haya habido movimientos de dinero en B, rechazando así la supuesta contabilidad opaca del partido, aunque han reconocido que por su parte no había un control de las donaciones porque creían que eso era competencia del tesorero.
En su declaración ante el juez, los dos han negado haber percibido el dinero que figura en los apuntes contables del extesorero Luis Bárcenas y que todo lo que han recibido del PP lo han declarado a Hacienda, han informado hoy fuentes jurídicas.
Han manifestado no obstante que por su parte no había un control de las donaciones de empresarios contratistas para no vulnerar la Ley de Financiación de Partidos y la Ley de Régimen Electoral porque entendían que esa era labor del tesorero.
Álvarez-Cascos sí que ha admitido que entre 1990 y 1993 compatibilizó su cargo como secretario general con el de tesorero hasta la llegada a ese cargo del también imputado Álvaro Lapuerta.
Al ser preguntado por las acusaciones por los supuestos sobresueldos que presuntamente percibió cuando ya era ministro, lo que vulneraría la Ley de Incompatibilidades, el juez le ha permitido que no contestara a esas cuestiones para evitar incriminarse.
El único que ha admitido hoy haber recibido dinero negro del PP, ha sido Cristóbal Páez, quien sustituyó a Bárcenas en la gerencia y que ha asegurado que recibió dos pagos por un total de 12.000 euros en abril de 2007 y junio de 2008 y que también cobraba en negro los trabajos de asesoría laboral que hizo para el partido desde 1986 hasta 1996.
No obstante, también ha asegurado desconocer la existencia de esa supuesta caja B, pese a que ha admitido, tal y como declaró Bárcenas el pasado 15 de julio, que tuvo en sus manos durante unas semanas -no los cuatro meses que dijo el extesorero- una carpeta con esos supuestos apuntes contables que le fue entregada al estallar en 2009 el caso Gürtel porque se temía un registro en el PP.
Ha asegurado que en ningún momento miró esos papeles porque pensaba que no era algo bueno, aunque ha señalado que le pareció ver unas hojas de formato Excel, similares a las que ha entregado Bárcenas para tratar de demostrar la supuesta financiación ilegal del PP durante veinte años.
Antes ha declarado también como testigo el cajero del PP Antonio Ortíz, que ha explicado que el otro empleado de caja Luis Molero era quien le daba el dinero en sobres o en fajos de billetes y tras rellenar unos impresos lo ingresaba en el banco.
Molero declaró el pasado 23 de mayo que Bárcenas le daba sobres con cantidades nunca superiores a 60.000 euros -para evitar que se vulnerara la Ley de Financiación de Partidos- para ingresarlo en el banco y que lo hacía seis o siete veces al mes.
Según Ortíz, no se registraba el DNI para las donaciones anónimas, lo que, según las acusaciones, debe hacerse para que no se incumplan los máximos que se pueden donar