El abaratamiento de los carburantes y la estabilidad del precio del tabaco han moderado la inflación interanual en el primer mes del año hasta dejarla en el 0,2 %, la tasa más baja contabilizada en un enero al menos desde 1961, cuando comienza el histórico del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La inflación interanual en enero se ha situado una décima por debajo de la contabilizada en diciembre, a pesar del aumento del precio de la electricidad (más de un punto hasta el 1,1 %). En el avance del IPC de enero influyó el transporte, que se abarató el 0,4 % (casi un punto y medio por debajo que en diciembre) por la caída de los precios de los carburantes y lubricantes frente a la subida registrada un año antes.
También afectó el menor encarecimiento de las bebidas alcohólicas y tabaco, debido a que éste último mantuvo sus precios estables frente a la subida del año pasado. Eliminado el efecto de los precios de los alimentos no elaborados y de los productos energéticos -mucho más volátiles-, la inflación subyacente se mantuvo en el 0,2 %, es decir, la misma que el IPC general, algo que no ocurría desde 2007.
El Gobierno ha considerado que el dato de inflación muestra que la economía española se encuentra en un momento de «estabilidad de precios» y ha asegurado que permite mantener el poder adquisitivo de salarios y pensiones. Además, ha descartado la deflación y ha apostado por que, de cara al futuro, la inflación se mantendrá en tasas moderadas, basándose en que la inflación subyacente se ha situado en el 0,2 % al igual que el índice general.