El dirigente socialista Ramón Jáuregui ha planteado hoy que a finales de 2015 se disuelvan las Cortes para iniciar una reforma a fondo de la Constitución, en la que se excluiría el derecho a la autodeterminación y la singularidad de Cataluña tendría también como límite la solidaridad.
En una conferencia en el Círculo Ecuestre de Barcelona, Jáuregui ha apremiado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que antes de acabar este año 2014 presente un principio de reforma de la Constitución para poder disolver las Cortes a finales de 2015, ya que está convencido de que el «soufflé» soberanista no bajará en Cataluña sólo con la recuperación económica y, si no se actúa pronto, «todo camina hacia el desastre».
El número 2 del PSOE para las elecciones europeas ha señalado que la reforma constitucional tendría que ser «inevitablemente agravada», a través del artículo 168 de la Carta Magna, por lo que se tendría que ratificar en referéndum, ya que incluiría desde el modelo territorial hasta la incorporación de derechos fundamentales aún no contemplados, como la sanidad, y aspectos como la reforma del Senado y la prevalencia en la sucesión de la Corona.
En el ámbito territorial, Jáuregui ha precisado que el modelo federal que plantean los socialistas incorporaría seis núcleos básicos de soberanía o soberanía compartida para Cataluña: la seguridad, la justicia, la administración local, la política lingüística, los derechos históricos y una financiación propia.
El dirigente socialista ha precisado que en la reforma de la Constitución que propugna su partido no se va a reconocer el derecho de autodeterminación, «porque ningún país serio reconoce en su Constitución abrir la puerta a su demolición».
En este sentido, ha agregado que en su proyecto de Constitución federal establecerán «dos límites» a la «singularización» de Cataluña: la solidaridad y la soberanía.
«Cataluña no encontrará un mejor espacio que estar en Europa a través de una España federal», ha subrayado.
Según Jáuregui, un proceso de autodeterminación «no cabe» en España y además tampoco sería «lo más adecuado políticamente para la reivindicación catalana». «¿Y si surge un 'no', qué pasa con las reivindicaciones legítimas de Cataluña? ¿Por qué se obliga a la comunidad catalana a definirse de forma 'hamletiana' entre ser y no ser, cuando el abanico identitario es más amplio?», se ha preguntado.
A su juicio, la consulta soberanista planteada en Cataluña «fractura el país», obliga a los ciudadanos a «una definición política extrema» y sitúa a esta comunidad en un espacio de «inestabilidad geoestratégica económica y política brutal».
Jáuregui ha apremiado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que después de la próxima Diada de Cataluña tienda puentes a Cataluña y plantee un principio de reforma, para iniciar un proceso de diálogo en una ponencia constitucional que permita disolver las cortes a finales de 2015, antes del fin de la legislatura.
Posteriormente, los nuevos diputados serían los encargados de redactar la reforma, con arreglo al principio acordado en la ponencia constitucional, según la previsión de Jáuregui.
«Si no lo hacemos en esta legislatura, la siguiente puede ser muy tarde. Si no tendemos ahora puentes, puede ser que en algún momento no haya gente para pasarlos. Esperar no es la solución», ha advertido.
Con este sistema, Jáuregui considera que los catalanes tendrían la posibilidad de decidir sobre su futuro «no una, sino tres veces» y sobre «realidades políticas concretas».
Según el dirigente socialista, votarían primero en las elecciones resultantes de la disolución del Congreso, posteriormente en el referéndum al que se sometería la reforma Constitucional y finalmente, en una votación sólo para Cataluña, sobre el nuevo estatus de autogobierno que la Carta Magna confiera a Cataluña.