Investigadores del Institut de Recerca Biomédica (IRB) de Barcelona han descubierto que la pérdida de función del gen RarreS3 en las células de cáncer de mama es la causante de que se produzca metástasis en el pulmón, lo que permitirá distinguir a las pacientes con mayor riesgo de metástasis.
La investigación, que ha sido liderada por Roger Gomis en el IRB de Barcelona y ha contado con la colaboración de Joan Massagué, del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, también abre la vía a terapias específicas para tratamientos preventivos tras la extirpación del tumor primario, ha informado el IRB.
El trabajo, publicado hoy en las revista «EMBO Molecular Medicine», ha demostrado que RarreS3 está inhabilitado en los tumores de mama estrógeno negativo (ER-), lo que promueve la invasión posterior de las células cancerosas y les confiere «una mayor malignidad», según ha explicado Gomis, jefe del Laboratorio de Control de Crecimiento y Metástasis del Cáncer del IRB.
Este tipo de tumores supone entre un 20% y un 30% de los casos de cáncer de mama, cuya metástasis suele ocurrir a pulmón y a otros tejidos blandos, en una etapa de la enfermedad que suele ser mortal.
Los investigadores han realizado su trabajo en muestras de tumores de ratón, en líneas celulares y han sido validados en 580 muestras de tumores primarios de mama.
El estudio describe que la pérdida de función de RarreS3 permite a la célula tumoral de mama desarrollar capacidades de adhesión de las células malignas al tejido pulmonar.
Además, las células, al perder RarreS3 pierden la capacidad de diferenciación (especialización en un tipo celular concreto) lo que les facilita la iniciación de metástasis a tejidos distantes.
«En el proceso de transformación de una célula normal a tumoral e invasiva no todo es adquirir capacidades sino que es igualmente importante perder determinados genes, como RarreS3», ha explicado Gomis.
Los investigadores han descubierto que la detección de la pérdida de RarreS3 podría ser un buen marcador para identificar a las pacientes con más probabilidades de sufrir metástasis a pulmón, pero también que algunas de las pacientes, específicamente las de ER-, podrían beneficiarse de un tratamiento con ácido retinoico durante la prevención de metástasis tras la extirpación del tumor original.
Este tratamiento favorecería la función de diferenciación celular y evitaría habilidades de célula madre, que confieren a las células una mayor malignidad.
«Los tratamientos con ácido retinoico ya se han probado antes para otro tipo de patologías. Proponemos que podría ser interesante desarrollar tratamientos específicos para este subtipo de cáncer de mama», ha señalado Gomis.
El estudio ha sido parcialmente financiado por la Fundación BBVA, que desde 2006 apoya los estudios de metástasis desarrollados en el IRB Barcelona, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Generalitat de Cataluña y el Ministerio de Economía y Competitividad.