Miles de taxistas de grandes ciudades europeas se han movilizado este miércoles contra el intrusismo que, a su juicio, favorecen aplicaciones para teléfonos móviles como Uber, aunque la Comisión Europea opinó que benefician al consumidor y fomentan la actividad emprendedora.
Uber, la empresa norteamericana que se ha convertido en el objetivo de las protestas del sector del taxi europeo, calificó este miércoles de «desmesuradas» las movilizaciones.
En un comunicado, la empresa opinó que los taxistas sólo pretenden mantener «un estado inmovilista y cerrar las puertas a nuevas alternativas al consumidor».
Las movilizaciones han causado dificultades en el tráfico de algunas grandes ciudades europeas, entre ellas Madrid y Barcelona.
En Barcelona, el Ayuntamiento cifró en cerca de 4.000 taxistas los participantes en dos manifestaciones, una por el centro de la ciudad y otra que ha realizado el trayecto entre el aeropuerto y la estación de Sants.
La capital española reunió a centenares de taxistas de toda España en un paro de 24 horas que dejó la ciudad prácticamente sin servicio de taxi y causó complicaciones en el tráfico.
Tras la marcha capitalina, que transcurrió por el Paseo de la Castellana, una de las principales arterias de Madrid, las principales organizaciones de taxis de España entregaron un escrito en los ministerios de Fomento, Hacienda, Trabajo e Interior.
El sector censura que servicios como los que presta Uber están al margen de la ley y agravan un problema recurrente como el del intrusismo profesional.
En el documento, los taxistas aseguraron que hasta ahora el intrusismo era «espontáneo y desorganizado», pero con estas nuevas herramientas para los celulares se «sistematiza y organiza a escala mundial como modelo de negocio», al tiempo que advirtieron de los riesgos de seguridad que implica para los usuarios.
Según la legislación española, quienes realicen servicios sin autorización cometen una infracción muy grave sancionable con multas de entre 4.001 y 6.000 euros, que podrían aumentar hasta 18.000 en caso de reiteración.
También pueden ser sancionados los usuarios que contraten los servicios de transportistas no autorizados, con multas de entre 401 y 600 euros.
Sin embargo, la Comisión Europea defiende las nuevas formas de transporte compartido e insiste en que el camino de las huelgas y movilizaciones no es la solución.
«Una huelga no va a funcionar: en lugar de herramientas de derribo lo que necesitamos es un diálogo real, donde hablemos de los trastornos causados por la tecnología», dijo la comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, en su blog.
Según la comisaria, aunque la llegada de este tipo de servicios hacen necesario ciertos ajustes, su existencia va ligada a la de los necesarios emprendedores y beneficia a los consumidores.
En Francia, se registraron cerca de 300 kilómetros de atascos a primera hora en las entradas a París, más del doble de lo registrado un día habitual, al salir en caravana cientos de taxis desde los aeropuertos de Roissy Charles de Gaulle y Orly en dirección a la ciudad, en una «operación caracol» que buscaba retener el tráfico circulando a baja velocidad.
Londres vio cómo se colapsaban varias calles del centro por la concentración de taxis, una movilización que, según el sindicato británico RMT, siguieron unos 10.000 «cabbies» -el nombre con el que se conoce a estos vehículos-.
En Alemania, más de 600 taxis partieron al mediodía desde tres puntos distintos de Berlín para concentrarse en las inmediaciones del estadio olímpico.
En Italia, cerca de 5.000 taxis de Milán pararon hoy y solo prestaron servicio a colectivos como ancianos, enfermos o discapacitados, mientras que en Nápoles, unos 150 taxis desfilaron por el centro de la ciudad contra Uber.