España cierra esta semana un capítulo en sus más de 500 años de historia común, las casi cuatro décadas de reinado de Juan Carlos I, el monarca que capitaneó la transición hacia la democracia, al tiempo que abre otra nueva página, todavía sin escribir, en la figura de su hijo, el futuro Felipe VI.
Tres jornadas -martes, miércoles y jueves- marcarán esta semana irrepetible, de citas, momentos e imágenes para el recuerdo.
El martes 17 de junio, la ley orgánica que dará cauce a la abdicación de Don Juan Carlos, será aprobada definitivamente en el Senado, después de que el Congreso diera su visto bueno por una amplia mayoría el pasado miércoles.
No se esperan sorpresas y la Cámara Alta rechazará los vetos que presentarán previsiblemente los mismos partidos que votaron en contra de la ley de abdicación en el Congreso. El plazo para registrar propuestas de veto concluye mañana lunes a las dos de la tarde.
Una vez que el proyecto de ley obtenga la luz verde en el Senado, estará en disposición de ser sancionada por el Rey Juan Carlos. Se ha querido que el momento en que el monarca estampe su firma sobre la ley que hará efectiva su abdicación esté revestido de la máxima solemnidad.
Y, para ello, se ha elegido como escenario de ese momento histórico el Salón de Columnas del Palacio Real, el mismo en el que celebró la firma del Tratado de Adhesión de España a la Unión Europea, el 12 de junio de 1985.
En esta ceremonia, prevista para el miércoles 18 de junio a las seis de la tarde, estarán presentes únicamente unos 150 invitados institucionales.
Sancionada y promulgada la ley por Don Juan Carlos, sólo quedará el trámite de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), prevista para las 00.00 horas del jueves 19 de junio. Entonces, ya sí, Felipe VI será Rey de España, y su hija mayor, Leonor, Princesa de Asturias.
La trascendental jornada del jueves 19 de junio, día de la proclamación de Felipe VI ante las Cortes, comenzará con un acto castrense en el Palacio de la Zarzuela.
Don Juan Carlos impondrá a Felipe VI el fajín de capitán general de los Ejércitos, un rango que, de acuerdo con la Constitución, don Felipe adquiere como jefe del Estado.
Media hora más tarde, los Reyes Felipe y Letizia partirán desde Zarzuela rumbo al Congreso, donde se espera que lleguen, en vehículo oficial, hacia las 10,30 horas.
En la ceremonia en el Congreso no estará presente Don Juan Carlos para dar el máximo protagonismo al nuevo monarca, aunque sí asistirán Leonor, Princesa de Asturias y su hermana, la infanta Sofía, así como la Reina Sofía y la hermana mayor de Felipe VI, la infanta Elena.
A las puertas del Palacio de las Cortes, el nuevo Rey recibirá honores de los tres Ejércitos y junto a doña Letizia accederá al Congreso por la Puerta de los Leones, que sólo se abre en ocasiones solemnes.
Don Felipe, vestido con uniforme de gala del Ejército de Tierra, prestará juramento de acatamiento a la Constitución y las leyes de acuerdo con lo establecido en la propia Carta Magna, y pronunciará su primer discurso del reinado, donde expondrá sus ideas principales para esta nueva etapa en la Corona.
Durante este fin de semana en el Congreso se ha seguido trabajando para tener el hemiciclo dispuesto para dar cabida a los casi 700 diputados y senadores que, junto a las altas instituciones del Estado, asistirán a la proclamación real.
Al término de la ceremonia, los Reyes Felipe y Letizia junto a sus dos hijas presidirán un desfile militar desde la escalinata principal del Palacio de la Carrera de San Jerónimo.
Después arrancará un recorrido en automóvil por las principales calles del centro de Madrid, que serán engalanadas para la ocasión.
La comitiva real pasará por el Paseo del Prado, la calle de Alcalá, la Gran Vía, la plaza de España, antes de alcanzar la Plaza de Oriente y el Palacio Real.
Desde el balcón principal del Palacio, Felipe VI y la Reina Letizia saludarán a los ciudadanos. Les acompañarán sus dos hijas y los Reyes Juan Carlos y Sofía, de manera que podrá verse a los miembros de la Familia Real al completo.
A la una de la tarde, después de esa imagen histórica en el balcón de Palacio, los Reyes presidirán una recepción en el Salón del Trono, a la que está previsto asistan alrededor de un millar de invitados.
Según la Casa del Rey, los actos de abdicación y proclamación se han diseñado bajo la filosofía de que tengan la «solemnidad y dignidad» que requieren unos acontecimientos históricos «junto a los criterios de austeridad que recomiendan los tiempos que corren».