Este sábado hace justo un mes que Felipe VI fue proclamado Rey de España en una solemne sesión de las Cortes celebrada en el Congreso de los Diputados, un tiempo en el que el nuevo Monarca ha tratado de trazar las principales líneas de lo que será su reinado, tanto en el ámbito nacional como internacional.
Audiencias en Zarzuela con representantes de las principales instituciones, una toma de posesión, despachos con el jefe del Gobierno, varios discursos, su primer Consejo de Ministros, viajes por España y tres emblemáticos desplazamientos en el extranjero junto a la Reina Letizia se han sucedido a lo largo del último mes.
El período comenzó al día siguiente de su proclamación, con su primer despacho con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y se cierra con su asistencia ayer a un Consejo de Ministros deliberativo, que ha presidido por vez primera.
Todo ello mientras don Felipe ha comenzado a reorganizar la Casa del Rey, con el nombramiento de un nuevo equipo con Jaime Alfonsín al frente, su secretario y hombre de confianza mientras fue Príncipe de Asturias.
A la par que han cumplido con sus tareas institucionales, los nuevos Reyes han recibido el afecto de los ciudadanos, que les han prestado una buena acogida en aquellos actos a los que han acudido, tal y como han atestiguado muchas imágenes que han dado fe de esta cercanía, a través de saludos y expresiones populares de cariño.
Don Felipe dejó claro en su discurso de proclamación los principios de lo que pretendía que fuera la etapa histórica abierta tras la abdicación de su padre, al apostar por una Monarquía «renovada» para un «tiempo nuevo».
Ese tiempo nuevo comenzó al día siguiente, el viernes 20 de junio, con su primer despacho con Rajoy; sin esperar siquiera a la semana próxima, el sábado convocó a las asociaciones de víctimas del terrorismo a una reunión con la que mostró su respaldo y solidaridad hacia este colectivo, acompañado de doña Letizia.
La semana comenzó con una serie de encuentros con los demás titulares de las altas instituciones del Estado: los presidentes del Congreso, el Senado, el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial.
Al día siguiente abordó el frente social al recibir junto a la Reina a representantes de las principales ONG españolas, 350 personas convocadas en el Palacio de El Pardo en el que alabó el «ejemplo para todos» de estas organizaciones en una alocución.
El estamento militar fue objeto del siguiente encuentro colectivo del Rey, en el Palacio Real, donde celebró un acto castrense con mandos de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil en el que les garantizó «firmeza y dedicación» en el desempeño del mando supremo de las Fuerzas Armadas.
Don Felipe y doña Letizia emprendieron su primer viaje por España esa misma semana, a Girona, destino al que acudían por vez primera como Reyes para la entrega de los Premios Príncipe de Girona, unos galardones muy volcados con los jóvenes emprendedores.
Allí, el Rey expresó su voluntad de hacer aún más presente a la Corona en Cataluña para transmitir mensajes de entendimiento.
Don Felipe concluyó aquella primera semana con un encuentro con las principales instituciones culturales, las Reales Academias, y una reunión con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
El ritmo de trabajo no bajó después, y el lunes 30 los Reyes celebraron su primer viaje oficial al extranjero, al reunirse en el Vaticano con el Papa Francisco.
A la vez, programaron una gira de presentación por los países vecinos de España que continuó, una semana después, en Portugal, y la siguiente, en Marruecos, a falta de que el próximo lunes viajen a París, donde les espera el presidente francés, François Hollande.
Otras actividades oficiales han sido la entrega de los premios nacionales de Innovación y Diseño, en Valladolid, las becas de postgrado de la Fundación Iberdrola, un viaje del Rey a la Academia General Militar de Zaragoza, o la inauguración de una exposición en la Biblioteca Nacional, así como y el primer acto en solitario de la nueva Reina Letizia.
Fue para acompañar a Cruz Roja en la conmemoración de su 150 aniversario, un acto en el que dedicó su primer discurso como Reina a ensalzar el trabajo de esta institución humanitaria.
En Portugal, los Reyes se reunieron con el presidente, Aníbal Cavaco Silva, y con el primer ministro, Pedro Passos Coelho, mientras que en su desplazamiento a Marruecos fueron agasajados por el Rey Mohamed VI, que al igual que hizo hace justo un año con su padre, les recibió en pleno Ramadán, un gesto de gran reconocimiento.
Ha viajado el Rey a León y Cádiz para sendas entregas de despachos a mandos del Ejército del Aire y la Armada y ha recibido en audiencia a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
Felipe VI está viviendo una etapa de estreno en muchos actos oficiales, y así ocurrió cuando presidió por vez primera el 9 de julio en Zarzuela la toma de posesión de un magistrado del Tribunal Constitucional.
O el pasado jueves, cuando se celebró en el Palacio Real la presentación de cartas credenciales de seis embajadores, un acto con gran ceremonial protocolario en el que vistió el mismo uniforme de gala que el Monarca lució en su proclamación.
El viernes, al comienzo del primer Consejo de Ministros que preside, don Felipe animó al Gobierno a hacer frente a los «muchos y graves retos que España tiene por delante», con la premisa de que «tiene probada capacidad para afrontarlos y superarlos con éxito».