El presidente del Gobierno extremeño, José Antonio Monago, ha anunciado una reforma fiscal integral, que entrará en vigor en 2015 y que afectará a todos los impuestos en los que la comunidad autónoma tiene competencias, para hacer de Extremadura «la región con los impuestos más bajos de España».
En rueda de prensa, Monago ha señalado que la bajada de impuestos se cuantifica en 114,3 millones de euros, 64,3 millones más de lo anunciado hace unos meses, cuando se empezó a hablar de esta reforma fiscal y se cifró en 50 millones de euros.
Esto ha sido posible, según ha dicho, por el buen comportamiento de la recaudación en Extremadura, que se ha incrementado un 26,8 por ciento en los primeros seis meses del año, frente a la subida media nacional del 6,3 por ciento.
José Antonio Monago ha explicado que de esta reforma se van a beneficiar fundamentalmente los extremeños de rentas medias que, junto a los de rentas más bajas, suponen el 99 por ciento de los habitantes de la comunidad autónoma.
Ha especificado, que de los 114,3 millones en que se cuantifica la reforma fiscal, 73,5 millones de euros corresponden exclusivamente al Gobierno de Extremadura, lo que supone «un esfuerzo enorme», pero del que está convencido que «merece la pena».
Con respecto al IRPF, la reforma fiscal presentada por el Gobierno extremeño contempla una bajada en el tramo autonómico en 40,5 millones de euros, mientras que el tramo nacional se va a reducir también en 40,8 millones.
Así, en total en Extremadura el IRPF va a bajar en 81,3 millones de euros, con un descenso de un 15 por ciento de media, que permitirá devolver a más del 90 por ciento de los extremeños 292 euros de media.
Además, la reforma fiscal permitirá hacer efectiva la primera bajada del llamado céntimo sanitario, cuantificada 8,2 millones, después de que Monago ya anunciase en el pasado Debate del Estado de la Región que éste se iría reduciendo progresivamente hasta su total desaparición en 2019.
De igual forma, el canon de saneamiento del agua se reducirá en 2015 en un 50 por ciento, lo que supondrá un ahorro para los extremeños de 5,3 millones de euros, y se suprimirá totalmente en 2016.
La reforma fiscal del Gobierno extremeño incluye, asimismo, la eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones tal y como ahora se conoce, pues los ciudadanos podrán decidir si quieren abonarlo directamente a la Administración o si prefieren reinvertirlo en la sociedad para impulsar a las pymes extremeñas actuando como «business angels».
El presidente extremeño ha destacado también de esta rebaja fiscal la reducción en un 50 por ciento de los impuestos autonómicos a todas las nuevas empresas que se instalen en Extremadura y a las que realicen nuevas inversiones en la comunidad autónoma.