ERC ha puesto este sábado en marcha toda su «maquinaria» para iniciar la campaña en favor del 'sí-sí' en las preguntas de la consulta del 9 de noviembre, pese al «talante» y a los «tics autoritarios» de Estado con su intención de «prohibirla», veto que el partido independentista se propone «no acatar».
La formación que lidera Oriol Junqueras ha celebrado esta mañana una ejecutiva nacional ampliada para perfilar la campaña del «sí-sí» de cara a la consulta soberanista, un día después de que el Parlament aprobase con una «mayoría abrumadora» la Ley de Consultas, marco «legal», en opinión de ERC, para poder celebrar el referendo del 9 de noviembre.
Así lo ha explicado en declaraciones a los medios el secretario general adjunto de ERC, Lluis Salvadó, de manera que este partido ha puesto ya en marcha su «maquinaria y su potencial organizativo», que incluyen 1.500 cargos institucionales así como su militancia, para impulsar una campaña «unitaria» en defensa de la independencia junto a la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural.
«Es la campaña más importante de nuestra vida, es la campaña de las campañas», ha dicho Salvadó, una campaña «masiva, extensa, y activa» que ERC realizará durante 50 días pese a un posible veto del Estado a la consulta soberanista.
«Somos plenamente conscientes de que en algún momento no cumpliremos o no acataremos lo que nos vendrá de Madrid, desde el Estado español», ha dicho el secretario general de ERC y, en este sentido, ha criticado el «talante» y los «tics autoritarios» del Estado con su «percepción de prohibir la democracia», tras el amplio respaldo parlamentario a la Ley de Consultas.
Salvadó, por otro lado, ha quitado hierro a las declaraciones de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, quien ha reconocido hoy que no se puede «predicar» la desobediencia, y ha recalcado que hay una «absoluta» alineación de «tácticas, estrategias y planteamiento» dentro de ERC.
Por ello, y ante un posible veto del Estado a la consulta, que ERC no tiene intención de «acatar», Salvadó ha precisado que a esto algunos lo llaman «desobediencia» y otros «obediencia» a los catalanes.