El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha condenado este lunes la «quiebra de la legalidad» perpetrada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, con la convocatoria de la consulta del 9 de noviembre y ha garantizado el apoyo de su partido a los recursos presentados en su contra por el Ejecutivo central. Pero, dicho esto, ha avisado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que la «mejor defensa» de la Constitución es su «renovación».
Así lo ha señalado el líder del principal partido de la oposición en una rueda de prensa en Ferraz, en la que ha lamentado la «conducta» de Mas, porque «daña profundamente a la democracia española» y ha vuelto a dejar claro el respaldo de los socialistas al recurso del Gobierno «en defensa y garantía de la legalidad».
A partir de aquí, ha insistido en que la situación exige hacer política y eso significa, en su opinión, reformar la Constitución, porque «petrificarla» no va a «hacerla más fuerte». Sánchez ha advertido a Rajoy de que «gobernar no es solemnizar lo obvio» y que a una «crisis política no se puede responder única y exclusivamente leyendo artículos de la ley».
Por eso, ha garantizado que el PSOE seguirá proponiendo la reforma de la Carta Magna. «Soy muy testarudo y voy a plantear una y otra vez al presidente del Gobierno la reforma constitucional, con todo el cariño, el respeto y con la lealtad que sabe que le tengo al presidente del Gobierno», ha dicho, convencido de que «la mejor alternativa» en esta situación es llegar a un «acuerdo que sea refrendado por todos los españoles».
Sánchez ha criticado con dureza la actitud de Mas y ha defendido que, con la convocatoria de la consulta, pretende dar «el primero paso» a una «declaración de independencia». De este modo, considera que le presidente de la Generalitat está colocando a las sociedad catalana y a la española en su conjunto en una «difícil encrucijada».
Avisa a Mas que esta situación es su «exclusiva responsabilidad»
Pero, además, ha avisado de la «extrema gravedad» que supone esta decisión «fuera de la legalidad democrática», que ha tomado además siendo «plenamente consciente» de que así lo está, y ha recalcado que la situación creada es de su «exclusiva responsabilidad». «En democracia, los procedimientos son la garantía de la democracia y no puede justificarse ningún acto contrario a la ley», ha remachado.
Sánchez ha insistido en que no puede haber «democracia sin ley, ni ley sin democracia» y ha subrayado que, en una democracia, «las leyes se cambian conforme a los procedimientos que están en la ley». «Y cuando la ley se vulnera la única respuesta legítima es aplicar las soluciones que ofrece el Estado de derecho», ha afirmado.
Pero, dicho, esto, ha defendido que la crisis no se va a resolver «con trincheras» ni con el «cruce de monólogos», que, según ha dicho, se está viendo en los últimos meses. En su opinión, el «riesgo cierto de fractura profunda» que «amenaza» a la sociedad catalana y española «sólo puede verse superado con voluntad de acuerdo y con un liderazgo político constructivo».
En su opinión, la «tensión que existe» sólo va a poder resolverse con un acuerdo que «pueda ser refrendado por todos los ciudadanos», no con «una votación sin acuerdo que lo que busca es la confrontación, ahondar en la división y provocar la fractura social».
Sánchez ha recalcado además que «no tiene sentido» que sea precisamente ahora que Catalunya tiene las mayores cotas de autogobierno cuando se plantee esa ruptura de la convivencia y se defiendaan «espejismos» que identifican la independencia con «el fin de todos los problemas» de la sociedad. Ha recalcado también que ningún dirigente tiene derecho a romper ese vínculo, a hacer elegir a los ciudadanos entre sus dos identidades ni a saltarse la legalidad.
Y en este contexto, ha asegurado que el PSOE trabajará por buscar una solución, que se centra en avanzar «por la concordia y contra la fractura», encontrando «un modelo de convivencia» que satisfaga a catalanes y españoles. La propuesta de los socialistas, ha recordado, es «renovar y mejorar» ese marco de convivencia común que se dieron todos los españoles en el 78 para que pueda seguir permitiendo una convivencia «cómoda y fructífera para todos».
Propuesta sin condiciones previas
Por ello, ha vuelto a invitar a todos los partidos a este proyecto, que el PSOE presenta «sin ningún tipo de condiciones previas y con voluntad de lograr un pacto que será bueno para España y para Catalunya».
Sánchez, que ha insistido en que está convencido de que esta reforma se abrirá camino «antes o después», no ha puesto plazos a su propuesta y sólo ha dicho que el PSOE la presentará cuando cuente con «suficiente consenso». Del mismo modo, tampoco cree que esta iniciativa tenga una fecha en la que «caduque», porque cree que es la única solución a esta crisis.
En su opinión, la Constitución necesita ser reformada «sí o sí» para ser actualizada, pero el «desafío territorial» lo ha hecho «urgente». Por eso, ha asegurado que espera que el presidente del Gobierno «tome conciencia» de esta necesidad y «afronte este proceso de reforma».
Sánchez ha recalcado que no ofrece esta reforma constitucional «para calmar» las «ansias independentistas», sino para dar respuesta a esa necesidad de un nuevo marco de convivencia territorial que cree que es lo que pide la «mayoría» de la sociedad española. «Mi propuesta nada tiene que ver con cambiar las ansias independentistas, sólo con la urgencia de dar respuesta al sentimiento de una mayoría de catalanes que quiere seguir viviendo en convivencia», ha insistido.
El líder del PSOE no ha opinado sobre lo que pueda pasar a partir de ahora si el presidente de la Generalitat sigue con sus planes -de lo que tampoco ha hablado Rajoyo- y ha explicado que para poder afirmar que apoyará al Gobierno en las respuestas que dé primero debe «conocerlas».
Eso sí, ha insistido en que no hay que quedarse «únicamente en la legalidad», sino que hay que ofrecer respuestas políticas y poner el énfasis en lo que une a catalanes y resto de españoles, porque cree que es la única manera de «hacer frente a este desafío independentista».
Por otra parte, Sánchez también ha defendido el apoyo del PSOE a los dos recursos que ha planteado el Gobierno -a la ley de consultas y al decreto de convocatoria de la consutla-, si bien ha apuntado que es «razonable» la posición del PSC, que votó favorablemente a la ley en el Parlament, porque con arreglo a ese texto pueden articularse vías «legales» de participación en cuestiones que sí son competencia del Estatut. Dicho esto, ha recalcado que los socialistas catalanes comparten con el resto de socialistas que esa ley no puede dar «cobijo» a la consulta del 9N.