Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que superó la infección por el virus del ébola, ha deseado este viernes «mucha suerte» a la doctora de Médico Sin Fronteras que ha ingresado este viernes en el hospital Carlos III de Madrid tras sufrir un accidente por el que podría haberse contagiado en Malí, y ha aconsejado al equipo sanitario que se haga cargo de la paciente que recuerde que se está «jugando la vida» cada vez que se trata a una persona infectada.
A las puertas de su domicilio en Alcorcón (Madrid) y acompañada de su marido, Javier Limón, Romero ha deseado que este supuesto caso no suponga más que «un susto» y que las pruebas «den negativo». Asimismo, ha explicado que «hay que esperar bastante» todavía para que pueda donar su sangre o plasma con objetivo de tratar otros posibles casos, en concreto «tres o cuatro meses». «Una persona dona su sangre cuando está bien de salud, pero cuando está mal, no sería muy recomendable que donara», ha concretado.
Romero ha incidido en que se encuentra todavía débil, recuperándose «muy despacio» tras superar el virus, y ha negado que vaya a tratar a corto plazo a ningún posible paciente. Incluso, la auxiliar ha comentado entre risas que se le ha llegado a decir que «ya puede entrar sin traje». «A ver quién es el valiente que no se pone el traje y entra a pelo», se ha preguntado, añadiendo que ella «entraba con el traje y pensaba que eso no está pagado, porque te juegas la vida y mucho más».
Por último, y respecto a la petición de indemnizaciones al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, Romero ha señalado no saber a día de hoy si acudirán a juicio. «Yo sigo adelante y espero que se haga justicia», ha dicho, «tengo claro lo que quiero».
En este sentido, Romero ha afirmado que «las cosas se han hecho mal desde un principio» en relación a los protocolos y medidas aplicadas. «Conmigo se ha aprendido, pero si se hubieran hecho bien las cosas desde el principio yo no estaría aquí, y lo estoy desgraciadamente», ha sentenciado.