El exconsejero delegado de Bankia Francisco Verdú ha afirmado este viernes que cuando su expresidente, Rodrigo Rato, le entregó una tarjeta de la entidad para uso personal le advirtió de que se trataba de una «mala práctica bancaria», más aún cuando disponía de una de empresa, por lo que no la llegó a usar.
Así lo ha expuesto Verdú durante su declaración como testigo en la Audiencia Nacional, donde ha asegurado que estas tarjetas son algo que «no había visto nunca» en los 30 años en los que había trabajado en la banca, han informado fuentes jurídicas presentes en su interrogatorio.
Unas afirmaciones que ha negado tajantemente Rodrigo Rato, que ha asegurado que nunca le dio físicamente una tarjeta porque «no era su función» hacer entrega de las tarjetas que poseían algunos miembros de la antigua cúpula de la entidad.
Sin embargo, el que fuera su número dos ha relatado que en febrero de 2012, casi un año después de su entrada en la entidad, Rato le facilitó un sobre con la tarjeta «para lo que quisiera» y diversa documentación relativa a la misma, como el contrato y el código Pin.
Fue entonces cuando el exvicepresidente del Gobierno le comentó además que otros tres directivos procedentes de Caja Madrid iban a tener una -el propio Rato, José Manuel Fernández Norniella e Ildefonso Sánchez Barcoj-, y que él iba a contar con un límite de 75.000 euros, el mismo que tenía el presidente.
Esta afirmación ha provocado que el fiscal le recordara que Rato aseguró durante su declaración como imputado el pasado octubre que nunca había hablado del asunto con su número dos, a lo que él ha respondido que recuerda «perfectamente» el momento en que le quiso dar la tarjeta.
Fueron dos los motivos que le llevaron a no aceptarla: primero porque no figuraba en su contrato esta retribución, y porque ya disponía de una tarjeta de empresa para gastos de representación.
Así, ha calificado de «mala praxis» disponer de otra, más aún cuando recientemente un real decreto había limitado los salarios en las entidades nacionalizadas, y que a él le había supuesto una reducción de una cuarta parte del suyo hasta quedarse en los 600.000 euros.
En este sentido, Verdú, que ha dicho que no aceptó su cargo por dinero, ha recalcado que, de haber aceptado finalmente la tarjeta que le daba Rato, el importe anual debería haber quedado incluido en esa cifra.
Durante su comparecencia como testigo, se le ha mostrado el contrato de la visa que no llegó a usar, que aparece firmado, y el ex consejero delegado de Bankia ha subrayado que conoció el escándalo por la prensa y ha insistido en que ni siquiera abrió el sobre y que esa no era su firma.
Este viernes también han comparecido otros dos exconsejeros y exdirectivos que no llegaron a usar una tarjeta opaca: el exdirectivo Íñigo María Aldaz y el expresidente de Caja Madrid Seguros Generales Esteban Tejera, actual director general del área financiera y de inversiones de Mapfre.
Aldaz ha explicado que él dispuso de una única tarjeta de representación y que siempre aportó las facturas justificativas de los mismos, versión en la que también ha coincidido Tejera.