El exdiputado de CiU en el Parlament Oriol Pujol se ha negado este lunes a explicar cómo gestionó la parte que le correspondió del supuesto legado que su abuelo paterno dejó a la familia, escudándose en que un juzgado de Barcelona está investigando la causa de forma «incipiente».
«No tengo dinero en el extranjero y no he regularizado nada porque no tengo nada que regularizar», ha asegurado a preguntas de los diputados en su declaración como testigo en la comisión de fraude del Parlament.
Lo ha dicho justo después de que su hermana Marta Pujol Ferrusola haya asegurado en comisión que cada hermano recibió 62 millones de pesetas de su abuelo, Florenci Pujol, y que cada uno se abrió una cuenta bancaria con esos fondos, de cuya gestión se encargaba el primogénito, Jordi Pujol Ferrusola.
Además, ha asegurado que nunca se lucró haciendo de intermediario en deslocalizaciones empresariales en Catalunya y que fue su mujer, Anna Vidal, quien cobró por el trabajo que ella había hecho como asesora en estas operaciones.
«La respuesta es no. No me he lucrado en ninguno de estos procesos», ha dicho en comisión parlamentaria a preguntas de los diputados sobre la acusación judicial de que presuntamente cobró por usar su influencia política y camuflar los cobros como trabajos inexistentes de su mujer, y que forma parte de la investigación del caso ITV.
Oriol Pujol también ha destacado la profesionalidad de su esposa en este ámbito: «El trabajo de mi mujer no es ficticio. Es abogada y máster de Esade», ha defendido -el matrimonio está imputado junto al empresario amigo que presuntamente le pagaba, Sergi Alsina, en la causa que investiga el Juzgado de Instrucción 9 de Barcelona-.