El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho este lunes que nunca se ha negado a hablar con el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, y que siempre que ha querido verle ha estado a su disposición, pero dejando claro que nunca le ha engañado sobre los límites de ese diálogo, que pasan por el respeto a la ley.
En una comparecencia ante la prensa tras convocar las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, Rajoy se ha referido a los «graves problemas» a los que ha tenido que enfrentarse su Gobierno mientras capeaba la crisis económica y ha hecho especial mención al «desafío secesionista» de Artur Mas.
Un desafío a la legalidad democrática que, según ha señalado, ha fracturado a la sociedad catalana y que «no tiene más fundamento que la deslealtad» del Gobierno catalán con la Constitución de 1978, que es la que le ha ofrecido las mayores cuotas de autogobierno en toda su historia.
«Nunca me he negado a dialogar, a escuchar y negociar propuestas» de Mas, ha subrayado Rajoy, quien ha reiterado que siempre ha estado a disposición del presidente catalán cuanto éste le ha llamado o ha querido verle.
Ahora bien, ha apostillado Rajoy, nunca ha tratado de engañarle sobre los límites de ese diálogo: «Yo no puedo dialogar sobre lo que no me pertenece» y la soberanía nacional, los derechos de los españoles y su igualdad no son competencia del presidente del Gobierno ni del Parlamento, sino «exclusivamente del pueblo español».
«Sólo el pueblo español en su conjunto puede decidir sobre ello y yo he cumplido en todo momento con mi obligación, defender la ley, y hacerlo con prudencia», ha agregado. «Jamás me he negado a hablar y jamás me voy a negar a hablar con nadie. Pídame lo que quiera, pero no me pida que liquide la ley, eso no lo voy a hacer nunca», ha zanjado.
Así las cosas, ha indicado que «diálogo siempre», pero también respeto a la ley y a las instituciones. «No es que esté dispuesto a hablar, es que es mi obligación», ha abundado en otro momento de la rueda de prensa, antes de precisar que lo que no puede es dialogar sobre aquello sobre lo que no tiene competencia, como es la de celebrar un referéndum con el que se «liquida la soberanía nacional».
Pensando en ser «positivo», Rajoy ha apostado por hablar «todos», por ejemplo sobre el modelo de financiación autonómica, que no se ha podido reformar en la legislatura que ahora acaba porque la crisis mermó los recursos disponibles.
En este sentido, ha considerado que más importante que el modelo de financiación es que la economía funcione y, por ejemplo, este año las comunidades van a recibir casi 10.000 millones más solo por el hecho de que crece económicamente y porque van a pagar «intereses cero» al Gobierno.