El torero Fran Rivera se ha referido este jueves a la polémica surgida después de que, el pasado domingo, publicara una fotografía en las redes sociales en la que aparecía con su hija de cinco meses en brazos mientras toreaba una vaquilla, y ha asegurado que «más riesgo corre mi hija conmigo en la mochilita cuando voy andando por la calle, que me puedo tropezar y caerme de boca, que toreando, ese día, esa vaca y en ese momento».
Así lo ha señalado en declaraciones a los periodistas el propio torero después de comparecer ante la Fiscalía de Menores de Sevilla en el marco del expediente incoado por el departamento que dirige María José Segarra en protección de la menor, expediente que ha archivado este mismo jueves tras escuchar las explicaciones del diestro, al que no obstante ha requerido para que, en lo sucesivo, «se abstenga de poner a su hija en situación de riesgo».
«La situación sorprende un poco, es totalmente impensable, el fiscal no va a tomar ninguna medida porque no ve ningún indicio» de que la menor «tuviera ni el más mínimo peligro, lo normal, porque mi hija no corrió ningún mínimo peligro jamás y quien piense que yo, en algún momento, podría poner a mi hija en peligro, es un trastornado, un chalado», ha aseverado Rivera ante los numerosos medios de comunicación que le esperaban a las puertas de la Fiscalía.
El torero ha señalado que se trata «de una situación familiar, es nuestro, de nuestra historia, es lo que somos, y orgullosísimo de serlo, lo viví con mi padre, mi padre con mi abuelo, mi madre con mi abuelo, y yo con mis dos hijas», punto en el que se ha preguntado si el Defensor del Menor de Andalucía, Jesús Maeztu, que elevó el caso a la Fiscalía, «no tiene cosas más importantes de qué preocuparse que de esta chorrada».
«BRUTAL ATAQUE AL TOREO»
«Da vergüenza» y «es impresentable» que el Defensor «se preocupe de esta chorrada» cuando existen otros problemas en la actualidad, como por ejemplo en el ámbito político, pues «todavía no tenemos ni Gobierno», ha indicado Fran Rivera, que ha opinado que todo lo acontecido supone «un brutal ataque al toreo». «Por un lado gritamos libertad y por otro queremos coartar la libertad de mucha gente», ha lamentado.
A su juicio, «es una barbaridad el ataque tan brutal que estamos viviendo contra la fiesta nacional, es inhumano y una pena que todavía en esta época que estamos viviendo se juzgue, critique e insulte de esta manera algo que es nuestro». «Respeto que, a quien no le guste, no vaya a los toros, pero la hipocresía que estamos viviendo es brutal», ha manifestado.
Al hilo de ello, y tras calificar de «emocionante» el apoyo recibido por otros toreros y por muchos ciudadanos, ha criticado que el Defensor del Menor, «que tanto se ha preocupado por mi hija Carmen, no se preocupe por mi hija Cayetana, que tiene 16 años, y que ha tenido que leer barbaridades» en las redes sociales, donde «se deseaba la muerte de su padre, de su abuelo, de su hermana».
«¿Dónde está el Defensor ahora?», se ha preguntado Rivera, que ha defendido que lleva como profesional del toreo 25 años en los que ha toreado más de 1.500 corridas, por lo que «creo que estoy totalmente capacitado para saber dónde, cómo, cuándo y con qué becerrita» podía torear en compañía de su hija menor.
El diestro, que ha asegurado que no podía imaginar las consecuencias que iba a tener la publicación de la fotografía, ha finalizado diciendo que «lo que tiene que hacer el Defensor del Menor es trabajar y luchar por el bien de muchos menores que hay en Sevilla, que no están escolarizados, o que están escolarizados en caracolas sin calefacción ni aire acondicionado».
«Hay muchísimo trabajo, hay problemas serios de verdad», pero el Defensor, al elevar el caso a la Fiscalía, «ha querido ponerse su medalla, hacerse la foto y decir que sirve para algo», pero realmente «no sirve para absolutamente nada, y lo está demostrando».
Tranquilos, que cuando se retiren TODAS las subvenciones a los toros por parte de los ayuntamientos y del próximo gobierno, ya los oiremos llorar bien alto, nos cansaremos de oirlos, de hecho.