El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reconocido este miércoles, tras los primeros contactos que ha mantenido con los partidos con vistas a su investidura, que su impresión es que «esto empieza bien».
Sánchez se ha felicitado del arranque de las conversaciones en una rueda de prensa en el Congreso tras reunirse con los representantes de CC, NC, IU y Compromís, a los que ha agradecido de «corazón» la «buena disposición» encontrada para que pueda haber un gobierno de cambio.
«La sensación que yo me llevo de la ronda de contactos que he tenido con distintas formaciones es que esto empieza bien. Esto empieza bien», ha resumido con optimismo a la vista de los primeros pasos dados tras el encargo del Rey de que intente la investidura.
Una vez superado el bloqueo, el líder socialista ha constatado de la mayoría de los grupos está convencido de que se abre «una enorme oportunidad» para «poner fin a cuatro años de gobierno del PP y abrir una etapa de un gobierno progresista y reformista».
Sánchez, que se ha concedido un plazo aproximado de un mes para intentar cerrar el acuerdo de gobierno, ha rechazado la pretensión de PP y de Podemos de que el pleno de investidura se convoque el próximo día 16.
A su juicio, es preciso ir «paso a paso», por lo que no ve oportuna la petición que avalan el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
«Tiendo a ser bien pensado y comparto la preocupación de Iglesias para que haya cuanto antes un gobierno que resuelva los problemas de la gente. España ha estado en cuarentena como consecuencia de la inacción de Rajoy y, desde luego, intentaré formar gobierno cuanto antes», se ha comprometido.
En el caso del PP, ha considerado «bastante raro» su petición después de renunciar a la investidura. «Rajoy ha estado más 40 años sin hacer nada, con la agenda vacía», le ha reprochado en un lapsus al querer decir «40 días».
Tras sus primeros contactos, Sánchez ha anunciado que solicitará la próxima semana una reunión a Rajoy, aunque ha reiterado que no pedirá su apoyo para que el PP facilite la formación de un gobierno socialista.
También ha confirmado que en los próximos días, «por respeto a los catalanes que les votaron», pretende verse con los dirigentes de ERC y de Convergencia con el objetivo de «decirles no a su proyecto» separatista.
«Con aquellos partidos que comparten proyectos que lo que hacen es romper España y vulnerar la Constitución y el Estatuto, por supuesto que no tenemos nada de qué hablar», ha zanjado.
El secretario general ha asegurado que con el único partido con el que no se va a reunir en ningún momento es con EH Bildu.
Tras verse este miércoles con los representantes de CC, NC, IU y Compromís, este jueves, lo hará con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y el viernes con el de Podemos, Pablo Iglesias.
Cerrará esta primera fase el sábado con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y su portavoz parlamentario, Aitor Esteban.
La semana que viene entrará en juego el equipo negociador del PSOE, que se entrevistará de nuevo con los principales grupos para entrar más en detalle sobre qué medidas pueden formar parte de un pacto de gobierno.
A pesar de dar más protagonismo al equipo negociador, Sánchez ha reiterado que su implicación en el proceso «va a ser total».