El primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha anunciado este lunes que el Ajuntament prevé que la plaza Llucmajor, en el distrito de Nou Barris, pase a llamarse plaza de la República con un acto el 14 de abril, aniversario de la proclamación de la Segunda República, después de que La Ponència del Nomenclàtor informara favorablemente del cambio el pasado miércoles.
La teniente de alcalde de Ecologia, Urbanisme i Mobilitat, Janet Sanz, ha detallado en declaraciones a los periodistas que el cambio se someterá a votación del pleno del distrito el dos de marzo y que, si se aprueba, se elaborará un expediente de aprobación que deben firmar el presidente de la ponencia y la alcaldesa, Ada Colau.
La decisión de La Ponència del Nomenclàtor prevé cambiar el nombre de la plaza y también el de los jardines de la Segona República por el de jardines de Llucmajor, de modo que el nombre de la parada de Metro de la L4 de Llucmajor no debería cambiarse, aunque Sanz ha señalado que estudiarán «que la parada de Metro visibilice el nombre de la plaza».
El doble cambio de nomenclatura permite minimizar los costes al mantener el nombre de la estación, y prevé un presupuesto de 3.000 euros, ya que se deberán sustituir las placas del Nomenclátor, algunas señales viarias y la información de las paradas de autobús, entre otras actuaciones.
Valores republicanos
Han explicado que el Govern municipal prevé inaugurar la nueva denominación de la plaza con una jornada ciudadana el 14 de abril, en el aniversario de la proclamación de la Segunda República, y también poner en valor la estatua dedicada a la República y el medallón en recuerdo del presidente de la Primera República, Francesc Pi i Margall, tras lo que Pisarello ha dicho que el objetivo es defender los valores republicanos, y no una república concreta.
Junto a representantes vecinales y miembros de la Taula Unitària de Nou Barris per la República -que aglutina entidades y partidos como ERC, PSC e ICV-EUiA-, ambos han destacado que el cambio responde a una reivindicación histórica de vecinos, después de que la estatua se ubicara en la plaza en 1990, tras años guardada en un almacén debido al franquismo.
«Acto de justicia»
Pisarello ha defendido que el cambio representa un «acto de justicia y de dignificación de la ciudad», y ha insistido en que la denominación de la plaza pretende poner en valor la idea y los valores republicanos y la construcción colectiva, y no una república en concreto.
«Es inaceptable y una vergüenza que ninguna calle o plaza recuerde a la República, pero que otras sí que recuerden a personas que hicieron actos éticamente inaceptables o incluso contrarios a los Derechos Humanos», ha aseverado Pisarello, que ha citado las vías dedicadas a José Agustín Pérez del Pulgar, vinculado al franquismo, y al esclavista Antonio López.
Preguntado por si podría colocarse una réplica de la estatua en su ubicación original, en el cruce entre paseo de Gracia y la avenida Diagonal, ha dicho que lo están estudiando, y que también están valorando la posibilidad de «recuperar nombres populares» de la confluencia, como el 'Cinc d'Oros'.
El portavoz de la Taula Unitària de Nou Barris per la República, Pep Ortiz, ha destacado que los vecinos ya empezaron a señalar la necesidad de modificar el nombre de la plaza cuando se colocó en ella la estatua, y ha recordado que «Nou Barris tiene una historia muy republicana».