El discurso en el debate de investidura de Pedro Sánchez no ha provocado gran interés entre algunos de los presentes en la tribuna de invitados, como así lo atestigua la imagen que acompaña estas líneas.
En ella se puede ver al secretario general de UGT, Cándido Méndez, y el de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, más pendientes de sus teléfonos móviles que de las palabras que desde la tribuna lanzaba el candidato. A su lado, la socialista Amparo Rubiales, recostada, se mira las manos. En la fila anterior, el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, tampoco parecen muy atentos a lo que se decía desde la tribuna.
En la tribuna de invitados también se encontraba la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, y sus padres, Pedro Sánchez y Magdalena Pérez-Castejón, así como el presidente del Senado, Pío García-Escudero; los presidentes de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Arroparon también a Sánchez destacados exministros y cargos socialistas como Carmen Alborch, Jordi Sevilla, Rodolfo Ares, José Enrique Serrano; la secretaria general del País Vasco, Idoia Mendia; la de Madrid, Sara Hernández; y la de Navarra, María Chivite.
Tampoco ha querido perderse la sesión el veterano político catalán Josep Antoni Duran Lleida, exdirigente de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), que ya no forma parte de la Cámara Baja y asiste como invitado al pleno del Congreso.
El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero ha acudido también a la primera jornada del debate de investidura; también está el portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo.