La exalcaldesa de Valencia y senadora, Rita Barberá, ha aceptado declarar ante el juez que instruye el caso de supuesto blanqueo de capitales en el PP valenciano.
Barberá ha hecho este anuncio en rueda de prensa un día después de que el titular del juzgado de Instrucción 18 de Valencia le ofreciera esa posibilidad de declarar voluntariamente en la pieza separada que investiga un supuesto blanqueo de capitales en el PP valenciano.
En su comparecencia en la sede regional del PP, Barberá ha dicho que acepta el ofrecimiento que le ha hecho el juez y colaborará incondicionalmente con la justicia y manifestará ante ella «la verdad» que conoce, y es que no ha contribuido ni ordenado ningún blanqueo de dinero.
Barberá ha confirmado que este martes irá al pleno del Senado y ha negado que haya protagonizado un caso de absentismo porque «no ha habido actividad» parlamentaria hasta ahora.
Sobre las conversaciones telefónicas que figuran en el sumario y que se han publicado tras levantarse el secreto, la exalcaldesa ha considerado que cada uno tiene «sus razones para declarar lo que haya creído conveniente», y no sabe si en el caso de los asesores detrás hay una «intencionalidad» o si creían que se podían quedar sin trabajo.
«Lo que es imposible pensar es que es una trama por dar mil euros», ha manifestado Barberá, que ha añadido: «A mí nadie me ha devuelto los mil euros en billetes de 500, ni sé que se haya hecho antes».
Respecto a la conversación de la exedil María José Alcón, esposa de Alfonso Grau, con su hijo, en la que explica que el exvicealcalde le recriminó a Barberá que estaba pagando por Nóos cuando era cosa de ella, ha rechazado pronunciarse sobre una conversación «familiar».
«No sé qué intencionalidad tiene, no sé qué verdad tiene, no sé si está preparada o no», ha afirmado Barberá, quien además ha citado el antiguo dicho que afirma que «entre marido y mujer, nadie se puede meter», y ha añadido que no será ella la que lo haga.
«Es muy fácil hablar de terceras personas sin que estén delante», ha resaltado la senadora, quien además ha calificado de «increíble» que se haya incluido una conversación sobre el caso Nóos en el sumario del caso Imelsa.
Además, ha negado que despachara todos los días con la secretaria del grupo popular, Mari Carmen García Fuster, pues pasaban «semanas y semanas» cuando lo hacía, y ha defendido que es amiga personal de esa familia desde hace más de treinta años, y que la exsecretaria es «muy trabajadora y muy honrada».
Barberá ha insistido en que no tiene «ninguna responsabilidad», porque ella no organizaba la administración de la campaña electoral, y ha reiterado que nunca ha tenido «un cargo orgánico».