La entidad jurista catalana Drets denuncia que un año después del siniestro del avión de Germanwings, el 24 de marzo de 2015, aún no se ha hecho nada contra «uno de los episodios de catalanofobia en las redes sociales más graves de los últimos años».
Según explican desde este sector, acudieron a la Fiscalia Provincial de Barcelona al día siguiente del accidente para denunciar 55 tweets publicados por 38 usuarios que bajo su punto de vista animaban al odio, la discriminación y la violencia contra un colectivo -los catalanes- por razón de su origen.
«Un año después, la Fiscalía no se ha tan siquiera pronunciado», lamentan los juristas catalanes, que creen que los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado tienen la facultad de rastrear de qué cuentas salieron esos mensajes maliciosos.
Para ejemplificarlo, citan la investigación promovida por el Ministerio del Interior tras el asesinato de la presidenta de la Diputación de León en mayo de 2014, que desembocó en varias detenciones de usuarios que se habían mofado de la víctima en las redes sociales.
Además, indican que según sus estatutos, el ministerio fiscal no puede demorar en más de seis meses sus diligencias, un plazo que en este caso no solo se ha agotado sino que además ha sido duplicado.